El futuro de Cerealto Siro pende de un hilo cada vez más fino. La galletera ha anunciado la paralización de su producción en todas las plantas en la comunidad. Entre los motivos que ha expuesto en un comunicado interno ha señalado como culpables a "una parte de los trabajadores" por rechazar el plan de mejora de la competitividad. Esta situación viene tras la negativa de la plantilla del grupo en Castilla y León -dos de las tres fábricas votaron en contra- a firmar el plan de competitividad de la empresa, por el que se verían reducidos los salarios y condiciones como la antigüedad.
Así lo ha trasladado el CEO de la marca, Luis Ángel López, a los empleados. En un documento ha explicado que "dada la situación de falta de acuerdo con los trabajadores para la mejora de la competitividad" estos fondos "no están en disposición de proceder con el cierre de la operación".
En este descargo de responsabilidad, la empresa ha relatado que "han trabajado muy intensamente" para dar respuesta a los requisitos de los inversores, el fondo norteamericano Davidson Kempner y el turco Afend, quienes iban a aportar 180 millones de euros a cambio del 75 por ciento del accionariado. Entre esas condiciones estaban firmar acuerdos con acreedores y accionistas, además, de conseguir la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, como han defendido en el comunicado.
El directivo ha explicado que la retirada de los compradores hace que hayan decidido "responsablemente parar la actividad productiva en los próximos días y únicamente gestionar la caja con el stock de producto terminado que tenemos". Esta paralización de la fabricación se deriva de la situación legal que se deriva, ya que, como ha apuntado el dirigente "no podemos seguir incrementando nuestro nivel de deuda con los proveedores".
Este anuncio viene días después de que Cerealto Siro anunciase su intención de cerrar su fábrica en la localidad palentina de Venta de Baños. La empresa es uno de los 'gigantes' de alimentación de Castilla y León y da empleo a 1.179 personas.
A principios de semana, se argumentó la “falta de competitividad inasumible para la compañía” para la clausura de esta planta, según confirmó la empresa a través de un comunicado. En esos momento Siro planteaba la posibilidad de recolocar a los 197 trabajadores afectados en Castilla y León o el despido pactado entre el comité de empresa y la compañía. Pero había un condicionante "imperativo", la aprobación Plan de Mejora de la Competitividad, algo que no se consiguió.
El camino hasta este triste final se empieza a saber en noviembre de 2021, cuando la propia compañía identificó el origen de su crítica situación a través de un documento interno: Mercadona y su cambio en el sistema de proveedores. El Grupo buscaba desde hace meses un socio inversor que le permitiera salir adelante tras acumular una deuda de 299 millones de euros.
Los trabajadores de la factoría de Toro han asegurado que de llevarse a cabo sería un "un palo gordísimo", ya que "aquí están empleadas 288 personas que vienen de todo el entorno, de Zamora capital, de otros pueblos e incluso de la parte de Tordesillas", ha asegurado la presidenta del comité de empresa, María José de la Iglesia, a Europa Press.
De la Iglesia ha señalado que los trabajadores "no han buscado esta situación y no tienen la culpa", por lo que ha apelado a la intervención de las instituciones públicas en aras de evitar que cientos de familias "se vayan a la calle".
La representante ha apuntado que el comité de empresa toresano se reunirá el martes, 24 horas antes de la reunión que mantendrán los representantes de los trabajadores de la compañía en Castilla y León con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.
"En principio, le escucharemos y luego le diremos lo que le tengamos que decir", ha indicado la representante del comité. "La verdad es que vemos un futuro incierto, pero esperemos que las instituciones se impliquen", ha aseverado.
Desde Aguilar de Campo, mediante un comunicado, el comité de empresa también ha traslado su preocupación "por la delicada situación que atraviese la empresa y que nos lleva a temer seriamente por el empleo de las más de 300 personas que trabajamos y queremos seguir trabajando en la factoría".
Asimismo, han afirmado que llevan meses "siendo solución al problema que la empresa nos traslada, intentando por la vía de la negociación enmendar la plana de una gestión manifiestamente mejorable".
A su juicio, los trabajadores "de ningún centro somos los culpables de esta situación, ha sido la empresa la responsable de su gestión". De la misma forma que Toro, "exigimos que todas las instituciones públicas como la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Industria y el Ministerio de Trabajo, dejen de jugar a la política" y busquen "soluciones". El texto termina recordando que "proteger a las personas de la España vaciada" sea una realidad.
No será hasta este miércoles que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se reunirá con los miembros de los comités de empresa de Siro y a los alcaldes de los tres municipios que tienen plantas de la compañía, según ha asegurado Europa Press.
