En Galicia dos de cada diez casas están deshabitadas. Unas 340.500 en total. Buena parte de ellas presentan una situación ruinosa y para dotarlas de nueva vida sería necesario acometer obras de reforma. Pero, según un informe difundido ayer por la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), apenas un 1,5 % está a la venta. La patronal del sector alerta de que se trata de un «dato preocupante». En un contexto «de ayudas económicas a la rehabilitación como nunca ha habido», denuncia Fegein, las administraciones «no están siendo capaces de movilizar la vivienda vacía».
Dos ayuntamientos de la provincia de Orense presentan el porcentaje más alto de viviendas desocupadas. En Porqueira hay 418 casas vacías de un censo total de 1.029, un 40 % de las existentes se han quedado sin habitantes. Castrelo do Val tiene unas cifras similares, con el 38 % de sus 1.175 inmuebles desocupados. La situación es, en general, más acuciante en los municipios rurales que en las ciudades. Aún así, urbes como Orense o Lugo presentan porcentajes de viviendas vacías que llegan al 21 y al 20,74 %, respectivamente. En el otro lado se sitúan las ciudades más pobladas de la Comunidad. En Vigo, la cifra cae al 12,94 % , mientras que en La Coruña es del 14, 24 %. Le sigue Santiago con un 16,72 % de viviendas deshabitadas; Pontevedra (17,4 %) y Ferrol (19, 55 %).
El presidente de Fegein, Benito Iglesias, pone a Portugal como ejemplo a seguir. «A diferencia de otros países, el crecimiento que vive el sector inmobiliario en Portugal no es por la construcción de viviendas nuevas, sino por la rehabilitación. Solo el 19% de las casas vendidas en 2020 son nuevas, el resto son rehabilitaciones y reformas», indica, según recoge Fegein en una nota de prensa. En su opinión, la clave está en la rapidez para conseguir licencias. En el país vecino la conceden en uno o dos meses, como máximo. «El tiempo de espera de una licencia municipal de obras en el conjunto de Galicia supera los 14 meses, agravándose en este presente año y siendo inasumible para muchas empresas por el alto coste repercutido en las mismas», señala.
Fegein pide a las administraciones normativas claras y más agilidad para no perder la oportunidad de los fondos de la Unión Europea destinados a la rehabilitación. «Los ayuntamientos van tener que afrontar un gran volumen de licencias para reformas y de rehabilitación en los próximos meses y no nos podemos permitir que la gestión de los proyectos quede colapsada, y no se puedan cerrar los expedientes. Ya que si no se cierran los proyectos de rehabilitación se tendrán que devolver las ayudas europeas», advierte la patronal inmobiliaria. Censuran también la posibilidad de gravar más el IBI a los inmuebles vacíos, hasta el 150 %. «Únicamente generará una total y absoluta inseguridad jurídica», indican.
