Fotos: Presidencia de Uruguay / Presidencia de Brasil
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha cambiado recientemente su enfoque sobre el TLC que negocia el gobierno de Luis Lacalle Pou con China, al margen del Mercosur y contra la voluntad del resto de las partes.
“El tema Mercosur es siempre inestable, con sus pros y contras. En este momento Uruguay quiere comprar todo lo que viene de China directamente, independientemente de la cláusula de barrera. Es un problema que estamos enfrentando”, dijo el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en una entrevista a la emisora brasileña Radio Sarandí, de la localidad del mismo nombre en Rio Grande do Sul.
Si bien el mandatario ultraderechista tiene una visión libertaria de la política en cuanto a lo comercial y económico, y suele sacudirse de los consensos que exige el Mercosur, ha asegurado que su administración “respetará los acuerdos que se han hecho en el pasado”.
Según publicó el jueves el semanario Búsqueda, fuentes diplomáticas de adentro del Mercosur dijeron que más que un “problema” lo que se ha producido con Uruguay es una suerte de molestia incómoda que puede afectar “el animus societatis (intención de colaboración entre los asociados a una misma empresa) del Mercosur”.
Las fuentes dijeron que el cambio de postura de Bolsonaro podría deberse a que el Ejecutivo uruguayo escogió acercarse a la persona errónea, el ministro de Economía del país vecino, el ultraliberal Paulo Guedes.
“El ministro Guedes fue perdiendo fuerza en este tiempo. La visión política de la integración que tiene Brasil en Itamaraty tuvo un peso relativo mayor a la postura económica más liberal de su ministro de Economía”, indicaron las fuentes del Mercosur consultadas por el semanario.
“Uruguay priorizó un vínculo con Guedes y luego Brasil tomó otro camino. Guedes quedó debilitado y Uruguay también”, añadieron desde adentro del Mercosur.
El medio también asevera que en el ambiente diplomático se está empezando a creer que China no le está dando mayor importancia al TLC con Uruguay, y los trámites de hecho vienen bastante lentos: se esperaba en en setiembre de 2021 estuviesen los primeros estudios de prefactibilidad, pero eso no pasó y ya pasaron más de cuatro meses de ese mes límite.
