Adelantada a su tiempo en sus facetas artísticas y en su forma de ver la vida, la cantante y artista Lola Flores fue un fenómeno único e inmortal que sigue marcando tendencia cuando se cumplen, este viernes, 99 años de su nacimiento en Jerez de la Frontera (Cádiz)
Un aniversario que acerca a la conmemoración, en 2023, de su centenario. Y que convierte el 2022 en un preludio de esta efemérides para recordar y celebrar a esta artista única.
En 2022 se prevé que abra por fin sus puertas el Museo de Lola Flores en su ciudad natal, todo un hito para conmemorar su figura.
El libro “Lola, el brillo de sus ojos”, de Marina Bernal, arranca antes los recuerdos a la Faraona, para tratar de “descifrar el enigma de una artista revolucionaria y única”, como se detalla en su sinopsis.
Nacida en la calle Sol, en el barrio flamenco de San Miguel, Lola Flores (Jerez, 1923 - Madrid, 1995) siempre hizo gala de sus raíces y su acento, y llegó a tener el reconocimiento de la cultura gitana, los flamencos y todos sus compañeros del mundo artístico, “a pesar de que ella no era gitana, como sí lo fueron su marido, Antonio González "El Pescadilla", y sus hijos Lolita, Antonio y Rosario”, matiza Bernal.
Debutó a los 16 años en el Teatro Villamarta de Jerez y siguió recorriendo los escenarios hasta convertirse en una artista multidisciplinar que también tocó otros palos como el cine y la televisión, un medio que la acercó aún más al gran público hasta convertirla en “una estrella”.
“Fue una artista muy completa, que cantaba, bailaba y era capaz de llegar a un público muy amplio gracias a la fusión entre el gitanerío y el compás de Jerez con otros ritmos, lo que le confirió un sello especial”, comenta la periodista.
En su libro, con prólogos de Jesús Quintero, Rosa Villacastín, Juan y Medio y Charo Reina, Bernal profundiza en su vida personal y profesional para acercarla a quien quiera saber más sobre su figura.
“La Faraona” es “un fenómeno único” que, 27 años después de su muerte y cuando se cumplen 99 de su nacimiento, “sigue siendo actualidad en el mundo artístico y referente para nuevos ídolos, como Rosalía o Nathy Peluso”, cuenta Bernal, quien no duda en asegurar que su figura es “casi una religión”.
Fue la primera en subirse a los tablaos con vestidos de noche y batas de cola con lentejuelas, y también fue de las primeras en reivindicar los versos de Federico García Lorca de su “Romancero gitano”, como explica la periodista.
Cuenta que Lola tenía “tan buen ojo y tanta capacidad de convicción” que logró que el tema “Amor, amor”, escrito por Paco Cepero para otro grupo, acabara en manos de su hija Lolita, convirtiéndola en un éxito internacional con solo 16 años.
“Su vida fue tan intensa y variada que siempre surgen historias desconocidas incluso para quienes la sintieron de cerca, y por eso a Lola no se la puede explicar solo con una anécdota porque Lola da para mucho más”, admite la autora del libro “Lola, el brillo de sus ojos”.
Este 2022 está previsto que abra sus puertas el Museo de Lola Flores, ubicado muy próximo al Museo del Flamenco de Andalucía, un espacio donde se recorrerá su trayectoria artística y personal y que será un reclamo fundamental para la ciudad que la vio nacer.
“Este museo tiene todos los ingredientes para que se convierta en un referente para el mundo artístico y para todo el mundo, no solo para los seguidores de Lola”, vaticina Bernal. EFE
