Los mazapanes son dulces originarios de España que en México tomaron muchas formas, entre los más populares están los de cacahuate, caracterizados por ser muy frágiles y difíciles de abrir sin romper, son capaces de mover la nostalgia a los mexicanos, tanto que en redes sociales han recordado al tatuaje secreto en sus envolturas.
En particular los mazapanes de la marca comercial De la Rosa, la cual comenzó en los años 50 en Guadalajara con un negocio de dulces caseros, espolvorearon por el país la fama de los mazapanes de cacahuate molido y azúcar, una versión que, a diferencia de otras recetas, no se cuece.
Su envoltura tiene la rosa de su logo impresa, la cual en las infancias funcionaba para quienes soñaban con tener un tatuaje, así fuera temporal, pues mediante un truco ésta puede plasmarse en la piel.
Es muy simple: se coloca acetona o alcohol en la parte del cuerpo donde se quiere el tatuaje, enseguida se pone el mazapán (de la parte donde tiene la rosa) durante un par de minutos y al retirarse aparece plasmado en la piel.
En días pasados, los usuarios recordaron en redes sociales este antiguo truco y se han popularizado videos donde se comprueba si esto es cierto.
Todo comenzó con un video que compartió hace un tiempo el tiktoker Luis Padilla, donde pregunta a sus seguidores quién lo hizo en la infancia y muestra cómo hacerse dicho tatuaje; su contenido fue replicado en días pasados por una página de Instagram y así han continuado los videos donde se comprueba el truco.
@luispadilla148oficial #escuadronpadilla #viral #parati
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Muchos de esos niños noventeros que jugaban a ponerse tatuajes de mazapán, en verdad se hicieron esos tatuajes cuando crecieron, en redes sociales abundan los diseños de dulce.
Curiosamente, la envoltura también es usada como stencil para tatuajes permanentes.
Por ejemplo, son famosas “Las Rosas Negras de Tito El Colombiano”, en la cárcel de Lecumberri.
Según narró en una entrevista con el canal WANZtalks, cuando estuvo en esa prisión, “Tito” aprendió el oficio de tatuador y comentó en una entrevista que, en una ocasión, encontró una envoltura de mazapán y le gustó la rosa, por lo que pensó en tatuarla.
Primero trató de dibujarla con ayuda de papel china, pero se le ocurrió que podía pasarlo con alcohol: consiguió “cinco pesos de loción”, se la aplicó y colocó la envoltura: “Cuando lo quito, la rosa estaba ahí, dije ‘de ahí soy’”.
Así comenzó a hacer sus representativas rosas negras, pues no había tintas de color.
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♬ original sound - Peter
Aunque no se trata de un dulce de origen mexicano, este dulce que en su versión original española es de almendras fue adaptado aquí con otros ingredientes como pepitas y cacahuates.
Para la época del Virreinato ya había mazapanes en la Nueva España, aunque se volvió un dulce típico en algunas regiones, tuvo un boom hasta la década de los 50 del siglo XX, el cual coincidió con la época en que una fábrica de dulces de Guadalajara comenzó a vender su receta de cacahuate.
En aquel entonces había una campaña que identificaba a Guadalajara como la ciudad de las rosas, por lo que aquel negocio puso una rosa en su envoltura y la gente comenzó a pedir los mazapanes con la frase “Deme el de la rosa”, de ahí tomó el nombre.
Para esa ciudad esta preparación tiene un especial significado, tanto que en 2018 rompieron el récord Guinness del mazapán de cacahuate más grande del mundo, para el cual se necesitaron ocho toneladas de cacahuate preparado, así como 70 artesanos para batir.
Hoy, este tipo de dulces traen un relleno adicional: nostalgia.
