Los padres y madres de la escuela infantil municipal de Santovenia de Pisuerga han remitido al ayuntamiento de esta localidad vallisoletana un escrito para quejarse de varias irregularidades, entre las que destacan un «protocolo Covid inexistente», que tanto la empresa como el consistorio defienden que sí opera. Según los progenitores, la situación motiva su reticencia a volver a llevar a sus hijos al centro tras un «macrobrote» que habría afectado a once niños, a multitud de familiares y a dos de las tres profesoras, convirtiéndose en el detonante del descontento entre los usuarios.
En el escrito enviado al consistorio, los padres han criticado a la empresa Gad León, al frente de la escuela infantil ‘El Tambor de Hojalata’, para niños de entre 0 y 3 años. Afean que no se haya informado de la existencia de casos Covid en el momento de su detección «sino días después», así como que se mantuviera a profesorado con síntomas en el aula o que se le despidiera «sin previo aviso o información a los padres». Así, en las acusaciones se mezclan las relacionadas con el Covid (como que no se mantuvieran los grupos ‘burbuja’) con otras relacionadas con la logística y el personal del centro, como la falta de la cocinera durante quince días pese a que se mantuviera una cuota por este servicio o el anuncio de unas clases de inglés que afirman que no han llegado a darse.
«Insultos y amenazas» a la directora
Por otra parte, la postura de la compañía es de respaldo al «buen trabajo y excelente gestión» de la directora del centro. Desde el departamento de gestión de centros defienden que despidió a una de las profesoras tras llamarle la atención de forma interna por incumplir el protocolo sanitario y que las quejas «no tienen fundamento», pues «la escuela no es el único ambiente en el que han estado los niños, ya que veníamos de vacaciones». Gad León ha contrapuesto que lo que sí observan es que ha habido «insultos y amenazas» para la directora, por parte tanto de la trabajadora despedida como de «algunos padres» que han hecho «comentarios muy inapropiados».
Mientras, el grupo de padres asegura que cuenta con el apoyo de la asociación vecinal del municipio y ha depositado sus esperanzas para resolver la discusión en una reunión que debería celebrarse el próximo martes 25 de enero, con la presencia del alcalde y de la propia directora de la escuela infantil.
Desde el consistorio confirman que en el encuentro explicarán «las condiciones de la licitación» y «hasta dónde pueden llegar», además de contestar a las preguntas que los padres puedan tener. Aunque han exigido que se dotara a la escuela de otro termómetro, sostienen que el resto del protocolo «se cumple» y que el lugar está «en perfectas condiciones higiénico sanitarias», como la empresa certifica que le han reconocido por escrito, tras una revisión por parte de un par de ediles el pasado 14 de enero.
El alcalde de Santovenia de Pisuerga, Bernardo Canedo, ha recordado que no pueden intervenir en algunas de las cuestiones, que deben tratarse «directamente con la empresa» o denunciar incumplimiento de contrato. «Me pongo en su lugar y yo también estaría preocupado si se tratase mal a los niños pero, después de hablar con las trabajadoras, creo que no es el caso», ha añadido el edil.
