La “invasión gradual” de la OTAN en Ucrania ha llevado al bloque liderado por Estados Unidos hasta la “línea roja” de Moscú, dijo el Kremlin a CNN. El portavoz del presidente Vladimir Putin dice que la situación representa una amenaza inminente para la seguridad europea. En una entrevista transmitida el domingo, Dmitry Peskov citó promesas […]
El Kremlin identifica una «línea roja» en las relaciones entre la OTAN y Rusia
En una entrevista transmitida el domingo, Dmitry Peskov citó promesas occidentales documentadas que, señaló, nunca han sido “fijadas de manera legalmente vinculante”, de que la OTAN no se expandiría más hacia el este en el antiguo bloque soviético. En contraste con estas promesas, en los últimos años, la OTAN ha utilizado su «política de puertas abiertas» para absorber a varios países del antiguo Pacto de Varsovia.
Moscú ha trazado la línea en Ucrania, dijo Peskov a la emisora estadounidense.
Las propuestas incluyen garantías de que la OTAN no se expandirá hacia el este y que ningún país exsoviético fronterizo con Rusia podrá unirse a la alianza. Estados Unidos, así como la OTAN, a la que Peskov llamó “un arma de confrontación” el domingo, ya han rechazado estas propuestas particulares. A menos que se encuentre un compromiso, Peskov dijo que las tensiones solo aumentarán aún más.
Peskov también dijo durante la entrevista que Moscú “estará listo para tomar contramedidas” si continúan los despliegues de la OTAN en Ucrania, aunque enfatizó que esto no significa una acción militar total.
Al comienzo de la entrevista, Zakaria le dijo a Peskov que, según “algunas personas”, Rusia ha “creado esta crisis” por sí misma. Kiev y Washington han insistido durante meses en que Rusia ha estado acumulando tropas en la frontera con Ucrania, en preparación para una invasión. Moscú ha negado repetidamente tener planes para invadir a su vecino. Peskov una vez más descartó la idea el domingo, señalando con el dedo a la OTAN por amenazar la seguridad de Rusia durante las últimas dos décadas.
El Kremlin identifica una «línea roja» en las relaciones entre la OTAN y Rusia
