La pandemia empezó a principios de 2020 y cambió la vida cotidiana en todo el mundo de manera inimaginable: empezamos a vivir puertas adentro, con pocas salidas por los confinamientos masivos, los encuentros con otras personas fuera de nuestra burbuja -si la teníamos- se transformaron en conversaciones frías con distanciamiento de dos metros. Convivimos con la mascarilla y atravesamos la ansiedad por las vacunas.
Por Infobae
Los cambios nos volvieron temerosos, preocupados, ansiosos, irritables… Sin embargo, tanta incertidumbre se transformó en un laboratorio perfecto para los científicos que estudian la felicidad. Así, expertos de todo el mundo investigaron qué ocurre con el bienestar en el contexto de mayor amenaza colectiva a la felicidad que hayamos conocido.
En primer lugar, detalla Time, la pandemia ha erosionado claramente la felicidad en todo el mundo. Según la prestigiosa Fundación Kaiser Family, desde que comenzó, 4 de cada 10 adultos estadounidenses han reportado síntomas de ansiedad y depresión, en comparación con aproximadamente 1 de cada 10 en 2019.
En el Reino Unido, los informes de ansiedad y depresión alcanzaron un máximo durante las restricciones de cierre en marzo de 2020 y disminuyeron cuando las restricciones se relajaron, según los datos publicados en abril de 2021 del Estudio Social COVID-19 del University College London, un estudio en curso de más de 40.000 personas. Y en Argentina, por ejemplo, el 47,2% de las personas consultadas afirmó que tuvo algún “trastorno de ansiedad”, seguido por la “depresión” (36,8%) y afecciones de tipo “psiquiátrico” (14,0%).
Aún así, la pandemia no logró terminar con la felicidad. ¿Qué es lo que hace que las personas sean resistentes ante circunstancias tan oscuras? La revista Time recopiló investigaciones recientes que destacan 5 actividades útiles para sentirse más feliz en este contexto:
1-Mantener la relación social, incluso con el distanciamiento
Los efectos positivos de la conexión social son válidos incluso cuando el contacto físico puede ser peligroso. Con quién se vivía era especialmente importante en los primeros meses de la pandemia: la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido descubrió en junio de 2020 que estar casado o convivir con una pareja era una de las medidas más protectoras contra la soledad durante ese tiempo. Diversos estudios también descubrieron que cuando las personas se sentían conectadas con otros durante la pandemia, tendían a experimentar menos síntomas de ansiedad y depresión.
Desde el comienzo de la pandemia, la gente ha hecho una “gran cantidad de cosas para sobrellevarla”, explicó a Time Nancy Hey, directora ejecutiva de What Works Centre for Wellbeing, una empresa del Reino Unido que reúne pruebas sobre lo que funciona para mejorar el bienestar. “En cierto modo, nos unimos más cuando hay una crisis”, explica. “Lo mejor que puedes hacer… es ponerte al teléfono con tu familia y amigos. Saber que hay alguien que te apoya en los momentos difíciles es muy importante”.
2- Interacciones digitales
Para muchas personas, las relaciones se volvieron cada vez más digitales. Las videollamadas se dispararon durante la pandemia; según la empresa de investigación de mercado Sensor Tower, el uso de Zoom, Microsoft Teams y Google Meet fue casi 21 veces mayor durante el primer semestre de 2020 en comparación con el mismo período de 2019.
Algunas investigaciones recientes han descubierto que el contacto social, tanto en persona como por teléfono o videollamada, se asoció con menos síntomas depresivos. “Las videollamadas aliviaron parte de la soledad del confinamiento de una manera que no se aprecia lo suficiente”, afirmó al medio norteamericano John Helliwell, profesor emérito de la Escuela de Economía de Vancouver y editor del Informe Mundial de la Felicidad, una evaluación anual del bienestar global. “Si esto hubiera sucedido hace 50 años, y todo el mundo hubiera estado en casa sin ninguna forma de estar realmente en contacto con los demás, habría sido mucho, mucho más difícil. La capacidad de trabajar y conectarse socialmente sin contacto físico ha sido un mecanismo de apoyo enormemente importante”, agregó.
3-Ser buen vecino
La pandemia llevó a la gente a encontrar nuevas formas de conectarse fuera de sus burbujas sociales. Muchas personas se acercaron a sus vecinos, por ejemplo. El Estudio Social COVID-19 descubrió en septiembre de 2021 que un tercio de los encuestados dijo haber recibido más apoyo de sus vecinos durante la pandemia que antes de ella.
4-El voluntariado
El voluntariado también se hizo más popular. En marzo de 2020, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido solicitó voluntarios que realizaran tareas como hacer la compra para las personas que estaban aisladas o en cuarentena, transportar a los pacientes y mover los equipos. Cumplió su objetivo -250.000 voluntarios- en menos de 24 horas; dos días más tarde, alcanzó su segundo objetivo de 750.000 personas. Los que se ofrecieron probablemente recibieron un impulso de felicidad: los estudios sugieren que el voluntariado tiene un impacto positivo no sólo en las personas que reciben la ayuda, sino también en los voluntarios.
Un análisis realizado en mayo de 2021 sobre más de 55.000 adultos del Reino Unido en el Estudio Social COVID-19 durante 11 semanas de cierre, descubrió que el voluntariado era una de las principales actividades asociadas a un aumento de la satisfacción vital.
5-Actividades recreativas, aficiones y ejercicio
No todas las estrategias útiles son sociales. Las actividades que llevan a las personas al aire libre, como la jardinería, y las actividades creativas, como hacer arte y leer, también han contribuido al bienestar de las personas, explica Fancourt a Time.
No es de extrañar que otra actividad que mejora el estado de ánimo sea el ejercicio físico, que en anteriores investigaciones se ha relacionado con beneficios emocionales. Una encuesta realizada a cerca de 13.700 personas de 18 países, publicada en Frontiers in Psychology en septiembre de 2020, reveló que las personas que hacían ejercicio con frecuencia durante el confinamiento informaban de un estado de ánimo más positivo. La mayoría de la gente parece haber entendido que el ejercicio era una forma importante de mantener el ánimo.