En este otoño se han tomado dos decisiones económicas que ayudan, y mucho, a
Joan Laporta y a los miembros de su junta, pero que también cambian de arriba abajo el panorama social del Barça de cara a próximas elecciones presidenciales. Por una parte, en octubre, la Asamblea de Compromisarios aprobó (78% a favor), la supresión del artículo 67 de los Estatutos por el cual la junta debería dimitir en caso de pérdidas durante dos ejercicios seguidos. Por otra parte, ya en diciembre, el gobierno de España aprobó, con poco ruido y especial interés por parte de
Pedro Sánchez, un decreto ley en virtud del cual se elimina la obligatoriedad del aval bancario del 15% del presupuesto en los 4 clubes que no son S.A.D. Las dos decisiones hay que leerlas juntas para interpretarlas bien. Cualquier socio del Barça, de cualquier condición económica, al fin podrá optar a la presidencia. El aval era un corte antidemocrático largamente criticado por socios eméritos como
Evarist Murtra. Ya no hará falta tener amigos ricos como los que, en marzo, salvaron a Laporta de tener que repetir las elecciones. Fin, pues, también a vodeviles esperpénticos. Sin embargo, que nadie cante victoria antes de tiempo. Al final, siempre aparece la Liga para decir la suya, imponer normas, y aquí está
Javier Tebas que intentará ir más allá que los Estatutos del Club y que el Consejo de Ministros para poner límites a los gestores del Barça. Al tiempo… Mientras, “Bon Nadal” para todos
Seguir leyendo...
