En la misma semana que el árbitro y el VAR del Madrid-Cádiz (
Jaime Latre y
Medié Jiménez respectivamente) perdonaron la roja directa a
Casemiro por su entrada sobre
Iván Alejo en el minuto 27, en Francia han expulsado a
Sergio Ramos por dos amarillas en cinco minutos en el campo de Lorient. En su segundo partido en la Ligue1 con el PSG, a la calle. En el país de la liberté, egalité y la fraternité, el central de Camas no parece tener “la impunité” de la que gozó con la camiseta del Real Madrid. Cierto que
Sergio Ramos es el jugador más expulsado de la historia de la Liga pero, con el listón de Francia, quizá habrían sido más que esas 6 rojas directas y otras 14 expulsiones por doble cartulina. Aquí, algunas veces le perdonaron la segunda amarilla “por ser vos quien sois”. Y por dónde jugaba. Lo mismo pasa con
Casemiro. Y más aún cuando
Medina Cantalejo debutaba esa semana en el Comité Técnico de Árbitros (en precipitada sustitución de
Velasco Carballo) y parece que nadie quiso fomentar la polémica de buenas a primeras expulsando a un jugador blanco. El problema de las tijeras por detrás de
Casemiro, magnífico centrocampista, no es suyo. Él debe jugar cómo le de la gana… Lo malo es que los árbitros de la Liga llevan años midiendo al brasileño con otro rasero.
Álvaro Cervera, entrenador del Cádiz, reveló su conversación con el linier: “Me dice que si es más arriba, es roja”. Ah, era eso. Lo siento, no cuela
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