El fabricante Tesla no sólo se enfrenta a diversas denuncias a cuenta de su polémico sistema de conducción autónoma, que ya ha generado varios accidentes de circulación llegando incluso a causar algún fallecimiento. Ahora vuelve a estar en el punto de mira por las distracciones que sus sistemas de 'infoentretenimiento' pueden causar durante la conducción. Y es que las autoridades federales estadounidenses han iniciado una investigación sobre la posibilidad de que 600.000 vehículos de la marca californiana permitan jugar a videojuegos en sus pantallas táctiles mientras están en circulación.
La Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA por sus siglas en inglés), el organismo encargado de velar por la seguridad de los automóviles en Estados Unidos, señaló que la investigación se inició tras recibir una denuncia sobre la función que permite el uso de las pantallas para juegos cuando los vehículos de Tesla están siendo operados.
La investigación de la función llamada Passenger Play abarca los vehículos Model 3, Model S, Model X y Model Y con años de producción entre 2017 y 2022. Según señaló NHTSA, la función puede distraer al conductor y aumentar el riesgo de accidente porque es visible desde el asiento del conductor en la pantalla táctil central de los vehículos. NHTSA añadió que la función ha estado disponible desde diciembre 2020 pero que anteriormente Passenger Play sólo se podía acceder cuando el vehículo estaba aparcado.
El informe de NHTSA sobre la investigación señala que no tiene todavía constancia de ningún incidente causado por Passenger Play pero que tras la denuncia se ha iniciado una investigación que evaluará los aspectos de la función, incluida la frecuencia y los escenarios de uso de Passenger Play.
Asimismo, el organismo de seguridad ya está investigando el Autopilot de Tesla por varios accidentes, que causaron al menos un muerto y varios heridos, en los que este sistema de ayuda a la conducción estaba operativo en el momento del impacto.
Pero además de por esta investigación Tesla, más bien su consejero delegado Elon Musk, es noticia por sus millonarias ganancias. Y es que el polémico fundador de la marca acaba de desprenderse de un 8% de su participación en la compañía, al vender más de 13,46 millones de acciones sobre el total de 170,5 millones de títulos que poseía (alrededor del 17% del capital de la empresa), por un importe total de 14.100 millones de dólares, más de 12.000 millones de euros al cambio.
Musk ha vendido en una última tanda 583.661 acciones de la compañía por valor de 528 millones de dólares (466 millones de euros), según los documentos de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). El directivo, en una entrevista que recoge Bloomberg, declaró que ya se ha deshecho de "suficientes" acciones para alcanzar el objetivo de reducir su participación en Tesla en un 10%.
Estas operaciones se producen después de que los seguidores de Elon Musk votaran a favor de la venta de ese 10% de su participación, valorada en unos 21.000 millones de dólares (18.153 millones de euros), en una encuesta en Twitter organizada por el propio consejero delegado de la compañía.
Musk pagará casi 10.000 millones de euros en impuestos este año, una cantidad que podría constituir un pago récord al Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos, según explicaba en un tuit. El máximo responsable de la firma automovilística californiana dijo a principios de este mes que este año pagará más impuestos que ningún otro estadounidense en la historia.
