«Nuestras calles, nuestros rostros recuperarán un aspecto normal y, por tanto, comparto que la alegría de vivir de la sociedad española y la sociedad catalana [como si fueran diferentes] es la alegría de vivir de sus representantes en las instituciones públicas». Con esa estremecedora cursilería, Sánchez proclamaba, en junio, el fin de la mascarilla al aire libre que ahora ha vuelto a imponer por decreto, aludiendo a presuntos informes de expertos que el Gobierno es incapaz de detallar. Al menos no lo hizo ayer Darias. Quizá hayan sido redactados por aquel comité de expertos que nunca existió, al que Simón siempre aludía. Que no salga todos los días no ha restado a Simón su formidable capacidad para predecir exactamente lo...
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