Cambiar, a media Liga, el presidente del
Comité Técnico de Árbitros es raro. Pasar de
Carlos Velasco Carballo, con quien tan contentos parecían en la
RFEF, a
Luis Medina Cantalejo huele a chamusquina. En la presentación de su nuevo cargo, saltó la noticia. El titular es muy claro pero tiene consecuencias difusas: “Se va a levantar un poquito el acelerador” en las intervenciones del
VAR. ¿Qué significa? A la práctica, que a partir de ahora el gran hermano de la sala adjunta va a intervenir menos durante los partidos. Y entonces explicó que el
VAR estará “por acciones claras y manifiestas que el árbitro no ha podido ver” y que “en las grises lo que decida el árbitro irá adelante”. Pues vaya lío. Ya estamos en lo de siempre. Los adjetivos “claras y manifiestas” y “los grises” vuelven a ser absolutamente interpretables. Quién reclame un penalti verá que es una acción clara y quien piense que ese pie en el área no es zancadilla considerará que está dentro de los “grises”.
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