María Arena, viuda de Gastón Riva y Marta Almirón, madre de Carlos “Petete” Almirón, recuerdan esas jornadas de protesta en las que sus seres queridos perdieron la vida y el camino de lucha que emprendieron. Sus palabras se convierten en un grito para terminar con la impunidad de los responsables políticos y materiales de los asesinatos, que no han sido condenados, o reciben confirmación de las condenas recién ahora, y siguen transitando el proceso en libertad.