El Gobierno ha vetado una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) cuyo fin era repartir el millón de euros que se genera por el IVA de las donaciones a los bancos de alimentos en la compra de más comida para la gente necesitada. El Ejecutivo de Pedro Sánchez despacha la propuesta con un escueto argumento: supone un "aumento de gasto". El rechazo a esta propuesta se conoce la misma semana que ha trascendido que el Gobierno aceptará la inversión de 15 millones de euros a la producción de series y películas en catalán, gallego, valenciano y vasco en las grandes plataformas audiovisuales (Netflix, HBO, Amazon Prime).
En 2020, la donación a los bancos de alimentos por parte de los ciudadanos ascendió a los 31 millones de euros (la donación se llevó a cabo en metálico y no en especie). A estas donaciones les corresponde un tipo de IVA medio del 7,5%, por lo que la Administración pública recaudó 2.163.000 euros. Son 2,1 millones de euros que se quitan de la compra de comida para los bancos de alimentos y se quedan en las arcas del Estado.
De este dinero, el 50% (1.082.000 euros) se queda en el Estado y el otro 50% es gestionado por las comunidades autónomas. La Asociación Nacional de Alimentos Solidarios (ANDAS), que he impulsado la enmienda y se ha reunido con el 90% de los grupos políticos para que pueda salir adelante, está negociando este mismo punto con las comunidades autónomas. De hecho, cuenta con importantes avances en Andalucía, Extremadura, Galicia, Castilla- León, Baleares, Región de Murcia y Asturias.
Para que el Gobierno central destine la totalidad del dinero donado a bancos de alimentos a dicho fin, ANDAS inició las conversaciones parlamentarias en 2017. Después de cuatro años, el Ejecutivo de Pedro Sánchez cierra la puerta con llave a la posibilidad, siquiera, de discutir la idoneidad de la medida en la Comisión de Hacienda.
En la enmienda vetada, se justifica la medida aludiendo a que "la crisis económica y sanitaria derivada del coronavirus ha dejado desamparadas a multitud de personas, que acuden de forma habitual al apoyo proporcionado desde los bancos de alimentos. Por ello, es menester incrementar la cantidad de alimentos gestionados por los bancos de alimentos para que puedan continuar la loable labor que llevan a cabo día a día".
Santiago López, presidente de ANDAS, lamenta la decisión del Gobierno socialista, ya que ·su propuesta "es solidaria, no tiene ninguna ideología detrás". López recuerda que los 2,1 millones que su asociación solicita que se reinviertan en alimentos para las colas del hambre son cinco veces menos de lo que en realidad les correspondería según la Ley de Mecenazgo.
Los donantes, mediante el derecho a las deducciones en el IRPF, pueden pedir a la Hacienda Pública, "aunque la inmensa mayoría no ejerce ese derecho", un mínimo del 35% de lo donado. Es decir, que podrían reclamar al Estado más de 10 millones de euros.
De los principales grupos parlamentarios solo hubo uno que no recibió a ANDAS para atender esta cuestión. Fue el grupo de Unidas Podemos. A pesar de que este partido regenta el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de Ione Belarra, no se prestó a escuchar la iniciativa. "Nunca nos reciben, ni a nivel nacional, ni autonómico. Las únicas excepciones son los grupos de Podemos en Asturias y Baleares", lamenta López.
El PSOE, en cambio, sí que recibió a ANDAS, aunque no se mostró muy entusiasmado con la idea que defendían: "Nos dijeron que lo iban a mirar, que ya verían... Finalmente han demostrado estar en contra de que ese dinero se destine a comprar comida para las familias necesitadas". Vox, Ciudadanos y el Partido Popular sí que atendieron a la asociación, y los dos últimos partidos se mostraron especialmente favorables a la tramitación de la enmienda, al igual que otros partidos regionales como el PdeCat, que fue quien finalmente la presentó.
Este veto se produce en plena escalada de las colas del hambre y de la pobreza severa. Según el último informe de Cáritas y la Fundación Foessa, la pandemia ha disparado a 11 millones el número de personas que se encuentran en situación de exclusión social y a más de 6 millones las que sufren pobreza severa (cifra que no se alcanzaba desde 2007).
Además, la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) asegura que estas entidades atienden en la actualidad a 1,63 millones de personas, 600.000 más que antes de la pandemia.
