La evolución de DS desde su implantación en España mantiene su progresión, como destaca su director general en España y Portugal, Borja Sekulits, que augura muy buenos resultados en 2021, con 4.000 unidades matriculadas en el año, lo que se traduce en subir un escalón en el ranking de las marcas premium en España para ocupar la séptima plaza.
Unos resultados que se sustentan en su red de concesionarios, que cerrará el año con 40 establecimientos tras la apertura del último en Las Palmas de Gran Canarias, y que el próximo año se podría ampliar hasta los 43, según anunció Sekulits en un encuentro con la prensa.
En los once primeros meses de 2021, DS ha matriculado 3.653 unidades en España, lo que supone tener una cuota del 2,72% del mercado premium. «Con los pedidos que matricularemos este mes de diciembre cerraremos el año con 4.000 unidades», comenta Sekulits. En gran medida, DS está cumpliendo con plazos de entrega de los coches a pesar de la crisis de los microchips, «porque desde Stellantis (consorcio en el que está integrado DS) tenemos prioridad».
De cara a 2022 las previsiones de la marca siguen siendo optimistas, en parte porque será el primer año en el que contarán con un catálogo de cuatro modelos tras la llegada del DS4. Son modelos, que como explicó Sekulits, están en medio de dos segmentos cada uno de ellos, lo que les «permite cubrir casi el 90% del mercado». Mucha es la confianza depositada en la llegada del DS4 y el director general adelanta que aportará el 50% de las ventas en 2022.
Dentro del compromiso que adquirió DS en su lanzamiento, cada año llegará al mercado un nuevo modelo. Sekulits no quiere decir en qué fecha llegará el modelo, aunque adelanta que ya hay completamente diseñados dos nuevas propuestas.
Desde la marca automovilística francesa estiman que el conjunto del mercado español experimente el año próximo un incremento de entre el 8% y el 10%, en comparación con las cerca de 870.000 unidades con las que finalizará 2021. Aunque Sekulits afirma que «durante el primer semestre del año que viene seguirá la incertidumbre por la crisis de los microchips».
