Hace años era habitual pasear por las calles de Madrid o abrir el buzón de sus viviendas y encontrarse un folleto con información de un nuevo negocio, ofertas o catálogos. Sin embargo, la llegada de las nuevas tecnologías cambió la fórmula y comenzaron a llevarse al mail y la publicidad a los banners.
El volumen de datos y publicidad que se encuentra cualquier usuario navegando por la red es tal que, por pura estrategia, muchas empresas han decidido innovar volviendo atrás, a los impactos que se conseguían con publicidad en papel.
¿Es entonces rentable buzonear en Madrid?
Cada vez más. El hecho de imprimir catálogos, ofertas o cupones está suponiendo, de nuevo, una revolución que permite volver a la mano del consumidor final.
Gracias a empresas especializadas, hay varias campañas posibles en el campo de la entrega de publicidad.
Por un lado, quizá el más efectivo, sigue vigente el contar con personal que lleve a cada buzón un ejemplar del último catálogo con las ofertas.
En este sentido, pese a que muchas comunidades prefieren tener un único buzón de publicidad, lo cierto es que vale mucho el tener gente trabajando que sea capaz de hablar con los conserjes para que les ayuden a distribuir los contenidos.
«La diferencia entre llegar o no al buzón es vital para quienes confían en nuestros servicios. Debemos apostar por contratar gente con carisma y con saber hacer para que de verdad la información de nuestros clientes llegue al buzón de sus potenciales clientes bien de forma generalizada o seleccionada con la ayuda de los conserjes» explican desde entregainmediata21.
A este tipo de entrega se suma, en algunos casos y, sobre todo en los comercios de proximidad, la posibilidad de poner el flyer en el parabrisas del vehículo aparcado. Esto, que junto con la entrega en mano en calles de relevancia tiene aún tirón, ha supuesto una forma de llegar al público que pasa por la zona de forma eventual o puntual y que, en un momento dado, podría estar interesado en ese tipo de producto o servicio.
Son muchas las empresas, sobre todo pequeñas, que salen beneficiadas en sus resultados con este tipo de acciones en momentos puntuales. Por tanto, sí, sigue siendo rentable pagar el precio del buzoneo en Madrid.