SANTIAGO.- Los chilenos eligen este domingo un nuevo presidente en los comicios de resultado más inciertos en tres décadas, en los que aparecían como favoritos un ultraderechista y un izquierdista apoyado por el Partido Comunista.
Las urnas abrieron a primera hora y, como de costumbre, los adultos mayores estuvieron entre los primeros en votar. Para favorecer la participación las autoridades dispusieron que el subterráneo sea gratuito durante la jornada.
Alexis López, uno de los primeros en sufragar, dijo a The Associated Press que todo “muy rápido, muy expedito, los vocales bien preparados”.
El presidente Sebastián Piñera, que también votó temprano, declaró que “una vez más tendremos elecciones, limpias, transparentes. Démosle un ejemplo al mundo entero de cómo funciona la democracia en Chile”.
Coincidentes sondeos indican que ninguno de los siete candidatos presidenciales alcanzaría el 50 por ciento más uno de los sufragios en la primera vuelta, lo que obligaría a un balotaje el 19 de diciembre entre los dos con más votos.
Los favoritos de los chilenos, que mayoritariamente se declaran de centro, son el diputado izquierdista Gabriel Boric, 35 años, egresado de leyes, exdirigente de las protestas estudiantiles de 2011, y el abogado ultraderechista José Antonio Kast, de 55 años, un admirador de la dictadura militar, (1973-1990), que fue cuatro veces diputado por un partido conservador oficialista.
Los otros candidatos eran Yasna Provoste, de centroizquierda; el independiente oficialista Sebastián Sichel, el cineasta progresista Marco Enríquez-Ominami, el izquierdista Eduardo Artés y el economista Franco Parisi, quien compitió desde Estados Unidos por redes sociales.
Es la primera vez desde la recuperación de la democracia en 1990 en que los candidatos presidenciales favoritos están más lejos del centro político, lo que ha generado incertidumbre política y económica.
Chile fue remecido en 2019 por masivas protestas contras las desigualdades sociales y económicas y este año una Convención Constitucional escribe una nueva institucionalidad por una mayoría de miembros alejados de los partidos tradicionales, mientras la sociedad no cesa en sus demandas de cambios.
Boric, que representa a Apruebo Dignidad, una alianza entre el izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista, propone una reforma tributaria para recaudar 8 puntos del PIB, con más impuestos a los súper ricos, a los ingresos mensuales superiores a los 5,400 dólares, “impuestos verdes” y elevar los tributos a la gran minería del cobre, entre otros, así como eliminar las Administradoras de Fondos de Pensiones, (AFP), criticadas transversalmente porque otorgan bajas pensiones.
Kast, que compite por el Frente Social Cristiano, un pacto entre dos partidos conservadores, promete recuperar el orden público, achicar el Estado con el despido de 20,000 empleados, y rebajar impuestos por hasta 8,800 millones de dólares, entre ellos bajar de un 19 a un 17 por ciento el impuesto al valor agregado, el que más recauda; de un 27 a un 17 por ciento los gravámenes a las empresas; impuesto cero a las pequeñas empresas y rebajas impositivas a quienes ganen entre 400 y 800 dólares mensuales.
Cualquiera sea el nuevo presidente, el panorama económico para 2022 será complejo. Analistas del sector indican que inversionistas están vendiendo acciones para guardar dólares o llevárselos fuera del país.
El Banco Central dijo que en los últimos dos años han salido 50,000 millones de dólares, la cifra más alta en una década. Además, el mercado ya no tendrá la liquidez producto de los 86,000 millones de dólares que los chilenos retiraron de sus fondos de pensiones y de los subsidios estatales por la pandemia.
Además de la elección presidencial, 15 millones de personas están habilitadas para renovar los 155 diputados, la mitad de los 43 senadores y escoger a consejeros regionales.