El centro penitenciario Brian 2, ubicado en la localidad barcelonesa de Sant Esteve Sesrovires, se confinará entero a partir del lunes tras haber tenido constancia de un brote de COVID-19 que afecta ya a un centenar de personas, entre internos y trabajadores. Las entradas y salidas de presos se limitan al máximo y se suspenden los traslados.
El brote, que se dio a conocer el sábado, afecta actualmente a 92 internos de nueve módulos distintos y a siete trabajadores del centro. La gran mayoría son asintomáticos. “Una vez valorada la situación y siguiendo las indicaciones de los responsables sanitarios, a partir del lunes se confinará todo el centro penitenciario para evitar una posible extensión de la enfermedad a otros centros y personas”, ha comunicado el Departamento de Justicia, responsable de la gestión de las cárceles.
El origen del brote es todavía desconocido, aunque en un primer comunicado la Administración apuntó a la lavandería por haberse detectado allí los primeros casos. A partir del lunes, se prevé realizar cribados entre la población reclusa para evitar más contagios. También se llevará a cabo una reunión extraordinaria del Comité de Crisis, según Justicia, para concretar "la temporización de la medida urgente adoptada y para valorar otras medidas preventivas".
A día de hoy están vacunados el 82% de los internos, ya sea con Pfizer, AstraZeneca o Janssen. A partir del día 15 está previsto arrancar la vacunación de refuerzo con una segunda dosis a los que recibieron Janssen y a aquellos que tienen más de 70 años.
