"Símbolo de la crisis de 2001, que este año cumple 20 años, las llamadas 'ollas populares' han vuelto con fuerza en una Argentina que cierra 2021 con una tasa de pobreza del 40,6% y una inflación del 48% anual".
Así comienza la lectura que hizo hoy el diario brasileño Folha de Sao Paulo sobre la crisis económica argentina.
Explica que las ollas son "financiadas formalmente por el gobierno, por los sindicatos, o informalmente por asociaciones de vecinos de barrios humildes" y se realizan en polideportivos, plazas o en la calle durante las manifestaciones antigubernamentales.
"Es una vergüenza hacer una cola así, pero el hambre habla más fuerte. A mi edad, ya no se puede conseguir trabajo y el precio de las cosas no hace más que aumentar", dijo Gabriel, de 65 años, a Folha el viernes en el que llevaba esperando desde las 10:30 de la mañana para comer frente al edificio de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
El periódico también alude a los partidos opositores, diciendo que sus principales candidatos utilizan el discurso de que la cuarentena decretada por el Gobierno en 2020 a causa de la pandemia de coronavirus es en gran parte responsable de la actual recesión de Argentina.
Por lo pronto, Folha alude al reciente anuncio gubernamental de congelar los precios de unos 1500 productos por 90 días, y señala que es una medida que los economistas consideran arriesgada.
Precios congelados: los efectos contraindicados de ese tipo de medidas, según especialistas
A la vez le atribuye "tintes de campaña electoral" en vistas del segundo turno de los comicios legislativo, el próximo 14 de noviembre, donde "el partido peronista liderado por el presidente Alberto Fernández busca recuperarse de una derrota en las recientes elecciones primarias de septiembre".
De los 18,8 millones de argentinos que están por debajo del umbral de la pobreza, alrededor de 5 millones no pueden permitirse comer adecuadamente, cita Folha al Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y tienen que ir a buscar comida a los comedores públicos.
Apunta que ya hay más de 1000 tan sólo en la provincia de Buenos Aires. Y cita a la ONG Barrios de a Pie para indicar que organizados informalmente, hay más de 2000.