Ucrania compró por primera vez Bayraktar TB2 en 2019 y, según los informes, ha comprado más desde entonces. El dron se utilizó por primera vez en una zona de conflicto activo este año cuando realizó un vuelo de reconocimiento sobre el Donbass sin disparar ningún misil. Si se confirma, el ataque con drones del 26 de octubre será un nuevo hito para el ejército ucraniano.
Según el estado mayor de las fuerzas armadas del país, el dron fue disparado cerca de la aldea de Granitnoye, cerca de la ciudad de Mariupol, en respuesta al bombardeo que presuntamente mató a un militar ucraniano.
El conflicto en Donbass comenzó después de los eventos del Maidan de 2014, cuando un gobierno elegido democráticamente fue derrocado por violentas protestas callejeras. Esto eventualmente llevó a que las dos repúblicas autoproclamadas de Donetsk (DNR) y Lugansk (LNR) declararan su independencia, un movimiento reconocido por Rusia, Ucrania o cualquier estado de la ONU. Según Kiev, las regiones están bajo la dirección del Kremlin. Moscú niega con vehemencia esta acusación.
Siete años después, la guerra sigue en curso, y los separatistas del DNR y LNR desean ser estados independientes fuera del control de Kiev.
El nuevo ataque con drones, si se confirma, viola el alto el fuego acordado en julio que prohibió específicamente el uso de drones cerca de la línea de contacto. Solo la Misión Especial de Vigilancia de la OSCE está autorizada a utilizar aeronaves no tripuladas.
El liderazgo de la LNR también ha criticado el bombardeo como una «violación deliberada del acuerdo de Minsk», un alto el fuego firmado en 2014.