El Parlamento de Cataluña ha rechazado este jueves instar a la Generalitat a convocar un referéndum de independencia antes de que finalice la actual legislatura, en 2025. La propuesta de la CUP, derivada del debate de política general iniciado el martes, finalmente, no ha contado con el apoyo de ERC ni de Junts, que se han abstenido y votado en contra, respectivamente. El pleno sí ha aprobado defender la llamada mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern y retirar las distinciones y homenajes a Juan Carlos I.
La iniciativa de la CUP solo ha contado con el apoyo de los nueves diputados autonómicos antisistema, mientras que 87 diputados se han opuesto y 33 se han abstenido. La formación antisistema había puesto a debate un texto en el que se instaba al Govern a convocar otro referéndum unilateral, una propuesta que ninguno de los dos socios de gobierno de la Generalitat están, al menos de momento, dispuestos a asumir. Así lo han defendido Marta Vilalta (ERC) y Mònica Sales (Junts) en sus intervenciones antes de las votaciones.
El texto ha votación era directo y claro: «El Parlamento de Cataluña se compromete a llevar a cabo un referéndum de autodeterminación antes de que finalice la XIV legislatura y, por lo tanto, insta al Govern de la Generalitat a iniciar inmediatamente los debates y trabajos necesarios para garantizar su realización». Un contenido que para la oposición incumple lo establecido por el Tribunal Constitucional en varias resoluciones, sobre todo, cuando el Alto Tribunal señala que las instituciones catalanas deben impedir que se tramiten textos que desbordan claramente el marco constitucional.
En este sentido, Ciudadanos ha anunciado que llevará la tramitación de la propuesta por parte de la Mesa del Parlament (5 votos a 2) ante el Constitucional. De hecho, en la votación, los seis diputados autonómicos no han participado, haciendo evidente su disconformidad con la aceptación de la iniciativa. Vox está valorando también recurrir el texto, según han señalado a ABC fuentes del partido. El PSC y el PP, por su parte, se han opuesto a la decisión de la Mesa, pero este jueves no habían decidido si acudirán a los tribunales.
En cualquier caso, la propuesta de la CUP no ha sido aprobada y ha supuesto una división en el voto por parte de los dos partidos que forman la Generalitat. Junts ha votado en contra y ERC se ha abstenido. También se han dividido en las votaciones que han hecho referencia a la llamada mesa de diálogo entre Gobiernos. Una a propuesta de los comunes (aprobada por 73 a 61) y que concreta que la mesa de diálogo debe estar compuesta por «miembros» de los dos Ejecutivos, algo con lo que discrepa Junts. Y la segunda, a propuesta de ERC, en la que Junts se ha abstenido (aprobada por 74 votos a favor, 29 en contra y 32 abstenciones).
República, Puigdemont y Juan Carlos I
Sí se han puesto de acuerdo ERC y Junts en una propuesta presentada conjuntamente titulada 'Para culminar el camino hacia la República catalana'. La iniciativa ha contado con el apoyo de la CUP y la abstención de los comunes (74 a favor, 53 en contra y 8 abstenciones). En el texto se indica que el Parlamento de Cataluña «expresa su voluntad de culminar el camino hacia la República catalana», que «el derecho a la autodeterminación es la vía democrática para la resolución del conflicto político entre Cataluña y el Estado español», considera necesaria una amnistía, se compromete para tramitar en el Congreso una proposición de ley de la amnistía, facilitará (en el próximo mes) que se articule un Acuerdo Nacional por la Autodeterminación y explorará «complicidades y la posible intervención de organismos europeos e internacionales para conseguir un referéndum acordado».
El tripartito independentista también se ha impuesto (65 a 61) en la votación de una propuesta (presentada por Junts y ERC) de respaldo a Carles Puigdemont. Tras esta votación, la bancada de los grupos secesionistas han aplaudido. El texto señala que el Parlamento autonómico «da apoyo explícito» al expresidente detenido y puesto en libertad hace unos días en Cerdeña (Italia) y denuncia que Puigdemont y el resto de fugados de la Justicia sufren «persecución» por «operaciones del Estado en las que han participado diversas instancias judiciales y policiales», valora positivamente su labor al frente del Consell per la República y, entre otras cosas, exige que «cesen las injerencias del Gobierno del Estado ante las instancias jurisdiccionales y el Tribunal Constitucional».
De la misma manera, ERC, Junts, la CUP y los comunes han aprobado una propuesta que insta a la Generalitat «a retirar las distinciones y los elementos de homenaje que puedan existir a Juan Carlos de Borbón en edificios propiedad de la Generalitat». En el texto se justifica la iniciativa «por considerar que su actuación durante el ejercicio de jefe de Estado y después de su renuncia a la Corona es incompatible con la ética y la democracia». Igualmente, se insta a la Generalitat que a su vez se dirija a los ayuntamientos para que también retire cualquier distinción a Juan Carlos I, también del nomenclátor de las calles. Y, finalmente, que la Generalitat inste al Congreso a poner en marcha una comisión de investigación «relativa a la trama vinculada a las presuntas ilegalidades e irregularidades cometidas por los miembros de la Casa Real».