La reactivación económica es un hecho, pero con matices. El informe de coyuntura económica de Galicia correspondiente al segundo trimestre de este año acredita que el rebote de la actividad tras el fin de las restricciones más severas es una realidad, con un incremento interanual del 17,5%, en sintonía con el conjunto de la economía española. Tiran de las cuentas gallegas el consumo de las familias y las administraciones públicas, así como la recuperación de los principales sectores productivos —véase textil y automoción—, pero todavía falta para alcanzar los niveles prepandemia, aunque Galicia está más cerca de esa meta que País Vasco, Cataluña o la economía española. No obstante, hay sombras en esta nueva fase: la calidad del empleo no se acompasa con la reactivación.
Estas son las líneas maestras del informe elaborado por el Foro Económico de Galicia y hecho público este martes. A lo largo de sus sesenta páginas, el equipo de expertos coordinado por Fernando González Laxe destaca que la economía gallega alcanza entre abril y junio «por primera vez tasas interanuales de variación positivas», aunque la recuperación es todavía inferior a la caída que se experimentó derivada de la pandemia y el cerrojazo forzoso de la actividad. Galicia rebota hasta el 17,5% frente al 13,8% del conjunto de la UE y el 14,3% de los países de la zona euro. Sin embargo, esa recuperación en términos de PIB todavía está un 4,2% por debajo de la situación pre-Covid, cifra que se eleva al 6,8% en el conjunto de España. En la comparativa entre autonomías, Galicia se reactiva con mayor rapidez que Cataluña o País Vasco, según refleja el estudio. Con la excepción de Francia, el grueso de países europeos está creciendo menos que lo que cayeron en el segundo trimestre de 2020, el más crítico.
¿Qué empuja a la economía gallega en este trimestre? Principalmente, el consumo de las familias, que «tras cinco trimestres consecutivos de contracción» crece un 23,4%, mientras que la inversión lo hace un 17,8%. Siendo dos datos positivos están, sin embargo, por debajo de la caída que experimentaron en el mismo trimestre de 2020. El gasto público se mantiene también en positivo (8,2%). Este nivel es diez puntos superior al del cuarto trimestre de 2019, recoge el informe. El sector exterior cae a cifras negativas, pero no por el retroceso de las exportaciones sino por el mayor peso de las importaciones. Así, las empresas gallegas «casi cuadruplican el valor de sus ventas al exterior», encabezadas por el incremento del 57,6% de textil-confección y automoción. Las exportaciones gallegas ganan cuota de mercado, hasta representar el 7,3% del total estatal, «cinco décimas más que en el mismo periodo del año precedente». «De abril a junio las ventas totales a terceros países ascienden a 5.705,3 millones de euros», calculan los expertos.
Sombras en el empleo
La situación económica, positiva en términos generales, tiene letra pequeña en el mercado laboral. En esencia, la recuperación no se ha traducido en una mejora de las condiciones de los trabajadores. «Se aprecia un deterioro en la calidad del empleo, teniendo en cuenta la amyor intensidad del incremento del trabajo a tiempo parcial (5,2% frente al 2,1% a tiempo completo), y crece el número de asalariados con contrato temporal en tanto que se reduce en el caso de los contratos indefinidos». La desigualdad por género es también relevante: «ocho de cada diez empleos parciales corresponden a mujeres, y casi la cuarta parte de las mujeres tienen un empleo a tiempo parcial, frente a casi el 6% en el caso de los hombres».
También es negativa la evolución de los parados de larga duración, «que refleja el acusado impacto de la crisis originada por la pandemia». En estos doce meses, han crecido en Galicia un 58.9%, pasando de 40.100 a 63.700. «Cuarenta y dos de cada cien parados gallegos lo son de larga duración», advierten los economistas del Foro. Las franjas de edad más afectadas son los mayores de 55 años y la de personas entrer 35 y 44 años.
Todo ello, en un contexto para el empleo en el que, no obstante, hay notables luces, como «el importante incremento en el número de activos, más intento en el caso de mujeres que de los hombres» —que los expertos explican por el mayor impacto que la crisis tuvo sobre el empleo femenino— y «el número medio de horas efectivamente trabajadas», que crece un 35,5% «alcanzando ya en el segundo trimestre del año su nivel precrisis». La reactivación en el empleo «se nota fundamentalmente» entre trabajadores «con estudios superiores» (27.000 ocupados más en tasa interanual) y «mayores de 45 años» (30.100 ocupados más).
Por último, el informe también destaca cómo los trabajadores en ERTE vuelven paulatinamente a la actividad. Si en abril de 2020 representaban el 23,9% del total de afiliados por cuenta ajena, «a finales de junio» la cifra se reducía hasta apenas el 2,15% (16.117 personas). Crece también la población activa en Galicia, «rompiendo su tendencia descendente»: 1.229.100 personas (3% en la variación interanual), el crecimiento «más acusado de la serie publicada» desde 2009.