112 litros por metro cuadrado en una hora. Ese es el dato que la estación meteorológica de Cartaya, en el litoral onubense, llegaba a registrar durante la mañana del 23 de septiembre. Lluvia de carácter torrencial asociada a un sistema de tormentas que desde la madrugada del jueves se iban formando en el extremo suroccidental de la Península. La DANA (depresión aislada en niveles altos) que desde la tarde del martes comenzase a afectar a buena parte del territorio andaluz, ha ido aumentando la intensidad de las precipitaciones y de las tormentas que se han desarrollado conforme el centro de la baja se ha aislado y centrado frente a las costas portuguesas.
La intensidad de las precipitaciones obligaba a la Agencia Estatal de Meteorología a elevar a rojo el aviso por lluvias en una hora en el litoral de Huelva tras haber registrado picos de más de 60 litros por metro cuadrado en una hora entre las desembocaduras del Guadiana y el Odiel. Localidades como Lepe veían sus calles convertidas en ríos, acumulando toda el área más de 400 incidencias por anegaciones en poco más de dos horas, obligando a activar a la Delegación de la Junta de Andalucía en Huelva el nivel 1 (el segundo en una escala de cuatro) del Plan de Emergencias ante el Riesgo por Inundaciones.
La anunciada estabilidad con la que el verano iba a despedirse saltaba por los aires en los primeros pasos del otoño astronómico. La posición de la DANA, alimentada en un primer momento por el caudal húmedo del Mediterráneo, y por el Atlántico después, ha ido disparando la formación de chubascos y tormentas desde mediados de semana en la mayor parte del territorio andaluz. Así lo seguirá haciendo hasta mediados del fin de semana, cuando a partir de la tarde del sábado la baja vuelva a integrarse en la circulación general atmosférica para dar vía libre al tiempo anticiclónico.
Las tormentas y las precipitaciones de carácter torrencial seguirán entre las tardes del jueves y el sábado, desplazándose hacia la mitad oriental con el paso de las jornadas con tendencia a ir remitiendo. Así, mientras que entre la tarde del jueves y el viernes será la mitad occidental de la región la más afectada por las precipitaciones, durante el sábado éstas quedarán relegadas al tercio oriental. Especialmente abundantes e intensas serán las que puedan registrarse en el litoral mediterráneo, pudiendo llegar a acumularse más de 50 litros por metro cuadrado en pocas horas en algunos puntos de la Costa del Sol durante la madrugada y la mañana del viernes.
Aunque ya desde la tarde del viernes el tercio occidental andaluz vaya a notar una importante mejoría, no será hasta la jornada del domingo cuando el ambiente estable se generalice a toda la Comunidad. Para entonces el impulso de la dorsal anticiclónica mantendrá los cielos muy poco nubosos o despejados, iniciando un periodo de estabilidad que durará al menos hasta el siguiente fin de semana. Los últimos días de septiembre estarán marcados por el sol y las temperaturas relativamente cálidas.
La mayor estabilidad y el empuje del aire cálido en altura elevará el termómetro de nuevo por encima de los 30 grados en la mayor parte del interior andaluz desde la tarde del lunes 27 de septiembre. Ese aumento de las temperaturas se mantendrá durante el resto de semana, hasta alcanzar un punto álgido entre las tardes del martes y el miércoles cuando las máximas podrán superar los 33 grados en el valle del Guadalquivir. Algo más bajas serán en el resto de la región, oscilando entre los 27 a 30 grados que se registren a primeras horas de la tarde tanto en el litoral como en cotas medias del interior de la región. Las mínimas por su parte se mantendrán ya relativamente frescas durante los próximos días, consolidándose en el entorno de los 14 a 16 grados en el interior y los 17 a 19 grados en las costas atlántica y mediterránea.