Con el paso del tiempo, en un contexto de constantes vaivenes económicos y una devaluación que no para, parece haberse vuelto una costumbre entre los argentinos guardar el dinero "debajo del colchón", a pesar de que esto sea muy poco aconsejable.
En muchas ocasiones, por ejemplo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha advertido que la famosa "plata en el colchón", es dinero que no tiene nombre y, si bien es propiedad privada de la persona, si otro se lo lleva o se pierde, no existen formas de recuperarlo.
En base a los datos publicados por el INDEC, recolectados para el informe de Balanza de Pagos, correspondiente al segundo trimestre de 2021, los ciudadanos guardan por fuera del sistema financiero local u$s 249.971 millones.
En está línea, también cae el "dólar colchón": son muchos los argentinos que deciden optar por el "canuto" cómo método de ahorro, especialmente en épocas de cepo, y con muchos huyendo al dólar en el mercado informal, son más los que prefieren tener ahorros fuera del sistema bancario.
Sin embargo, muchos parecen olvidarse de que el dólar es una divisa que está sujeta a los movimientos inflacionarios de los Estados Unidos y que, tal vez, no es la mejor inversión guardar esos dólares en casa, por años y años, ya que este también pierde poder de compra y se devalúa.
LA INFLACIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS
El fenómeno inflacionario es especialmente preocupante en Argentina, pero en todo el mundo se pueden medir diferentes índices de inflación. Por ejemplo, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los Estados Unidos, la estimación interanual de julio fue de un 5,4%, algo en línea con los parámetros del mes pasado -cuando se registró el salto inflacionario más alto desde la crisis del 2008-.
En ese contexto, una persona que mantuvo su "canuto" en dólares sin invertirlos durante el último año perdió una capacidad de compra del 5,4%, algo que seguirá aumentando si los índices inflacionarios estadounidenses siguen estando en estos números. Es imposible ganar dinero con un "canuto" en dólares: siempre hay que hacer uso de los dólares para generar más dinero, algo así como poner los dólares "a trabajar".
Según los datos que el analista económico Juan Pablo Albornoz le brindó al medio Iprofesional, en los últimos 10 años la divisa norteamericana perdió alrededor de 20% de su valor, es decir, el poder de compra que tiene hoy un dólar es mucho más bajo que hace 10 años atrás.
De está forma, en línea con lo sostenido por Albornoz, una persona que 10 años atrás compró u$s 10.000, los guardó en el colchón durante toda la década y se decide por ponerlos a trabajar, en términos reales ahora tendría en promedio u$s 8000. Cayó un 20%: esta cifra es la inflación acumulada (oficial y general) de la década, según las estadísticas publicadas en Estados Unidos por los organismos oficiales.
EL DÓLAR COMO METODO DE AHORRO PARA LOS ARGENTINOS
Los dólares son, históricamente, el instrumento de ahorro, o de resguardo de valor, por excelencia para los argentinos. Dentro de una economía altamente inflacionaria y poco constante, los argentinos ven en la divisa extranjera una forma de enfrentar la devaluación del paso y mantener relativamente constante su economía y su poder adquisitivo.
Por otro lado, el "canuto" o "dólar colchón" tiene una clara razón de ser: quien lo hace tiene miedo al riesgo de invertir, algo que siempre sucede. Pero tenerlos en casa también supone un riesgo, por ejemplo, en el caso de un robo es muy difícil no perder lo que uno tiene ahorrado.
En cambio, la inversión del dinero en diferentes mecanismos, si bien puede ser riesgosa, ofrece algún tipo de retorno que puede ser más beneficioso que quedarse con la plata guardada debajo del colchón. Si a esto se le suma la posibilidad de optar por inversiones conservadoras con baja tasa pero constancia de retorno, claro está que hay que dejar atrás el "dólar colchón".
Sin embargo, muchos argentinos continúan prefiriendo quedarse con los billetes verdes y asumir la pérdida colateral de valor internacional que sufre el dólar, por la elevada inflación en Estados Unidos, como método para intentar esquivar el extremo desgaste de valor que sufre el peso argentino de forma constante.
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