Quantic Dream planeaba introducir en Detroit: Become Human un "androide rubio de grandes pechos" que se dedicaba al trabajo sexual, lo que aceleró el fin de la colaboración con Sony.
Recientemente
Quantic Dream ha vuelto a saltar a los titulares debido al
rumor de que están trabajando en un
nuevo videojuego de Star Wars. Una de las personas que desveló esta información, Tom Henderson, ha publicado hoy nuevos detalles acerca del estado actual del estudio de
David Cage, y de paso ha contado ciertas anécdotas de la relación de este sello con
Sony, compañía con la que tenía un acuerdo de publicación de tres exclusivos para PlayStation:
Heavy Rain,
Beyond: Two Souls y
Detroit: Become Human.
Tras el lanzamiento de
Beyond: Two Souls en 2013, Quantic Dream se puso a trabajar en un
sandbox espacial que estuvo en desarrollo dos años primero con el nombre
'Project Karma' y posteriormente como
'Project Solstice'. El motor de este mundo abierto estaba dando problemas al estudio, según explica Tom Henderson, y
Sony decidió cancelarlo para darle prioridad a lo que se acabaría convirtiendo en
Detroit: Become Human en 2018, fecha desde la que
ha vendido seis millones de unidades.
El cuarto personaje protagonista de Detroit: Become Human que no gustó a Sony
Uno de los detalles que más ha llamado la atención de lo que ha contado hoy Henderson es que el proyecto original de
Detroit: Become Human iba a tener
cuatro protagonistas en lugar de los tres que acabó teniendo la versión definitiva. Ese cuarto personaje iba a ser
"un androide de pelo rubio y grandes pechos" que se dedicaba al trabajo sexual. Al parecer esto no gustó mucho a Sony y no sólo acabó recortado del juego final, sino que también propició que se acelerase el final del acuerdo entre la compañía y Quantic Dream.
Según la información que maneja Tom Henderson, sería difícil saber si aquel
Project Solstice sigue vivo de alguna manera en Quantic Dream y si
ha podido reconvertirse en el rumoreado juego de Star Wars. Explica que el motor seguiría dando problemas a la hora de desarrollar un mundo abierto y que, en definitiva, no podría albergar un título de esa magnitud. Y acaba concluyendo que hará falta esperar para ver cómo será esa supuesta nueva adaptación de
La Guerra de las Galaxias.