El Banco Central de Brasil (BCB) volvió a aumentar la tasa de interés (Selic) en 100 puntos básicos. Es la quinta alza consecutiva que realiza desde el mínimo histórico de 2% hasta el actual 6,25%.
Gustavo Arruda, economista del BNP Paribas, le dijo al Financial Times que debería haber sido más ambicioso: "Creemos que el BCB debería subir las tasas de interés en 150 puntos básicos en esta reunión. La combinación de una inflación más generalizada y unas expectativas de inflación que se desvían del objetivo debería dar lugar a acciones aún más rápidas".
El último informe Focus, una encuesta semanal del BCB a más de 100 economistas e instituciones del mercado, estima que este año la tasa de interés cierre en 8,25% y la inflación en 8,35%.
El titular del BCB, Roberto Campos Neto, ya había dicho que haría "todo lo necesario" para anclar la inflación en Brasil, que ya alcanza 5,67% en el acumulado de 2021, por arriba de la meta oficial (3,35% más 1,5 puntos porcentuales de margen hacia arriba o abajo). Es la tercera inflación más alta entre los países del G20, después de la Argentina y Turquía.
La inyección de estímulos por pandemia, la peor sequía en casi un siglo, el aumento del precio internacional de las commodities y la depreciación del real, están impulsando la mayoría de los precios en el país.
La tensión política entre el presidente Jair Bolsonaro, el Congreso y la Justicia, suman incertidumbre extra al ambiente de negocios, ya preocupado por la cuestión del gasto público de cara a un año electoral.
Brasil: día negro para el real y las acciones, mientras crece la grieta entre Bolsonaro y la Corte
Con su agresiva política monetaria, que cuenta con el visto bueno del Fondo Monetario Internacional, el BCB espera que la inflación empiece a descender de forma constante y que se estabilice dentro de la meta (3,5%) el próximo año.
El FMI prevé que Brasil termine este año con un crecimiento de 5,3% ya que, más allá de las "incertidumbres", cree que "los riesgos para el crecimiento están ampliamente equilibrados". No obstante, el Fondo destacó la alta tasa de desempleo, que ya llega al 14,1%.
Mientras tanto, el presidente Bolsonaro decidió aislarse, tras una recomendación de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de aislamiento de la delegación brasileña a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), luego de que el ministro de Salud, Marcelo Queiroga, diera positivo por coronavirus.
El mandatario fue el único de la delegación que no estaba vacunado. Antes de viajar a Estados Unidos dijo que creía que la infección -Bolsoanaro tuvo coronavirus en julio del año pasado- lo protegía mejor que una vacuna. Precisamente, durante su viaje a Nueva York, se viralizó una foto del mandatario y parte de la delegación comiendo pizza en la calle, ya que Bolsonaro no había podido ingresar al local por no estar vacunado.
La recomendación de Anvisa -que no menciona específicamente a Bolsonaro pero se refiere a los miembros de la delegación que hayan tenido contacto con Queiroga- es un aislamiento de 14 días. Queiroga el segundo de la comitiva en ser diagnosticado con Covid-19 -también se contagió un diplomático- y deberá permanecer aislado en Nueva York antes de regresar a Brasil.
El martes, el funcionario acompañó a Bolsonaro a una reunión con el primer ministro británico, Boris Johnson (que, a su vez, se reunió con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden), el ministro de Salud fue visto usando barbijo, a diferencia de los dos mandatarios.
Si bien los promedios móviles de casos y de muertes por Covid-19 se dispararon esta semana debido a problemas de registro, los contagios de coronavirus en Brasil vienen descendiendo desde junio pasado, a medida que avanza la vacunación. No obstante, fue el sexto país con más contagios en el último mes, según datos de la Universidad Johns Hopkins.