Seguridad en el pase, buen posicionamiento general en el centro del campo y muchas ganas. El debut profesional de Ronnie Brunswijk no pasaría de ser uno más de los cientos que se producen cada temporada en la Concacaf si no fuera por su edad (60 años), su barriga cervecera o porque se trata del vicepresidente de Surinam. Un esperpento sobre la cancha que retrata a la competición y que demuestra el poder que algunos dirigentes tienen sobre los equipos que dirigen. Su aparición en el césped poco antes del inicio del encuentro entre el Inter Moengo Tapoe -club del que es propietario- y el Olimpia de Honduras fue el último capricho de este personaje siniestro cuyo pasado es tan... Ver Más
