La libertad política es un refinamiento cultural que nunca alcanzaremos en España. Al españolejo le pasa con la libertad como, según Jardiel, con el talento, algo que todos elogian y nadie paga. Ante la gripe china, el Régimen nos encarceló porque sí («porque no sabíamos qué hacer», según Simón el Mago), y el españolejo esperaba encerrado a salir al balcón a aplaudir a sus carceleros.
-El resto del mundo hizo más o menos lo mismo, pero no tienen un Tribunal Constitucional que defienda el derecho a la movilidad frente a la salud pública. Luz de Trento -tuitea el doctor Gaspar Llamazares, nuevo Claudín del comunismo de cachopo.
¿Trento, doctor? El Greco descubrió a los del 98 al cardenal Romo, que los adentró,...
Ver Más