Sin restarle méritos a los pioneros del ‘infoshow’ liguero -Jesús Gil, Teresa Rivero o Manuel Ruiz de Lopera, gente de palco y arrebato-, y sin desdeñar la renovación semántica que no hace tanto representó la filtración de los audios de Florentino Pérez -el expediente Tolili, de carácter autorreferencial-, hay que reconocer que ningún club como el Barcelona ha hecho tanto en los últimos tiempos por adaptarse a los nuevos lenguajes de la comunicación de masas. También de naturaleza endógena, la campaña de descrédito lanzada por el club catalán y desde las redes sociales para ridiculizar a su propia plantilla dio muestras el año pasado de las inquietudes que el Barça comenzaba a mostrar en el campo del I+D+i y de...
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