La empresa juguetera de Onil
'The Doll Factory'
es la primera en Europa que utiliza robots de tecnología japonesa para coser el pelo a sus muñecas.
Francisco Herrera, gerente de la firma, se ha subido al carro de la innovación y ha adquirido cuatro máquinas para revolucionar el proceso de la fabricación de muñecas y, en su opinión, ahorrar «tiempo y materia prima». «Estas máquinas son perfectas porque evitan el desperdicio. Cosen la cantidad de pelo necesaria para cada modelo, siguiendo siempre un mismo trazado y haciendo un número exacto de puntadas en cada cabeza, algo que era antes prácticamente era imposible relizar con esa precisión», explica Herrera.
Con la adquisición de esta tecnología de vanguardia, 'The Doll Factory' abre una nueva vía de negocio ya que también se convierte en el distribuidor de estos robots. El objetivo de la firma de Onil es automatizar los procesos para ganar en competitividad y rapidez.
Esta empresa juguetera fue fundada en 1993 por la familia Herrera exporta sus muñecas a más de 20 países y no consideran este producto como un simple juguete: «La muñeca cumple una función instrumental en el proceso de formación de los niños, cobrando aquí mayor importancia la similitud de características con la realidad (peso, tamaño o dureza). Para los pequeños, este producto toma una dimensión enorme, pues le otorgan un trato cercano, amable y casi humano. Por esta razón, el uso de muñecas con fines docentes tiene un impacto tan grande en los más pequeños», concluyen desde 'The Doll Factory'.