La mayoría de los 4,5 millones de personas que sufren pobreza extrema en España (9,5 % de la población) son nacionales de ese país, con un nivel educativo medio o alto, empleo y vivienda, con lo que tener formación y trabajo no evita caer en esa situación.
Así se desprende del segundo informe “El mapa de la pobreza severa en España. El paisaje del abandono”, de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN-ES), presentado este viernes con datos anteriores a la pandemia del coronavirus.
El 72 % son españoles, con un nivel educativo medio (53 %) o alto (17,9 %), con trabajo (27,5 %) y con vivienda (95,2 %); además, casi el 40 % son jóvenes menores de 30 años.
En el informe se subraya el incremento de unas 178.000 nuevas personas en esta situación respecto a 2019 y que se consolida “una bolsa” de extrema pobreza “muy superior” a la de la crisis económica de 2008, con un millón más de afectados.
“Son personas que han realizado todas aquellas acciones que la sociedad exige para tener una vida digna y adecuada a los estándares sociales”, aseguró el autor del informe, Juan Carlos Llano.
Según las previsiones de Llano, el próximo año “las tasas pueden ser muy altas” porque los datos de renta de los hogares se obtienen con un año de retraso y después de año y medio de pandemia, ésta ha repercutido negativamente en la economía de población con menos recursos.
“Los efectos sociales y económicos de la pandemia van a permanecer indefinidamente, y hay que prorrogar las medidas de protección social”, incide la Red Europea contra la Pobreza (EAPN-ES).
EFE