Un equipo de astrónomos capitaneado por Mikhail Kreslavsky, de la Universidad de California en Santa Cruz, se ha topado con un nuevo enigma de difícil explicación: en Mercurio prácticamente no hay rocas de más de 5 metros, un hecho ciertamente desconcertante.
No es sencillo llegar hasta el primer planeta del Sistema Solar, de modo que las mejores imágenes de Mercurio que tenemos son las de la misión Messenger, de la NASA, que lo estuvo orbitando durante cuatro años (entre 2011 y 2015). Kreslavsky y sus colegas examinaron más de 3.000 de esas imágenes en busca de formaciones rocosas, pero solo las encontraron en 14 de ellas. El estudio aparece ya en el servidor de prepublicaciones arXiv.org.
Sorprendidos, los científicos decidieron comparar...
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