Nada mejor que una cerveza en verano para quitar la sed, ¿verdad? Pues sí, hay algo mejor, una cerveza de verano. Porque no es lo mismo una tostada o una negra de 8 grados que una rubia, ligera, fácil de beber de trago para paliar la sed en cuanto llegamos al chiringuito.
Para ello, ya os trajimos el año pasado un reportaje de las cervezas más veraniegas, pero este año le hemos pedido asesoramiento a Mikel Rius, que forma parte de la organización del Barcelona Beer Festival y nos ha hecho una selección superrefrescante especial para elDiario.es.
Además, nos cuenta curiosidades como la del Premio Steve Huxley que los asistentes al festival votan cada año a la mejor trayectoria profesional dedicada al mundo de la cerveza artesana.
¿Por qué? Porque Steve Huxley fue un británico afincado en Barcelona, maestro, divulgador, agitador, dinamizador e inspirador del mundo cervecero artesano hasta que falleció en 2015. Y, en esta edición de 2021, el reconocimiento con este galardón se lo llevó Andrew Dougall, otro británico que vino a Cantabria, se enamoró y fundó su propia cervecera, de la que Rius destaca la primera de la lista.
DouGall's Raquera Pilsen: es la típica a la que el público que ha bebido cerveza rubia toda su vida está acostumbrado, a la levadura de baja fermentación, que es más limpia, saca menos sabores afrutados y no es tan explosiva, pero sí más elegante, más fina.
Lo que cambia con respecto a la pils clásica es que, al ser artesanal, el lúpulo tiene más protagonismo. En concreto, la variedad clásica Nugget, de modo que se nota un poco más amarga, tiene un nivel de sequedad dulce y bastante cuerpo, sin dejar de ser muy bebible de forma casual.
Alcohol: 5 % Vol.
Precio: 1,80 euros.
Blonde Ale Althaia: la pareja fundadora de Cervezas Althaia recién estrena fábrica en Altea, con la intención de elaborar cervezas éticas del Mediterráneo. Esta es de alta fermentación. Por eso es oscura, aunque sigue siendo la típica rubia de verano: fresca, intensa en sabor, equilibrada, con la base del cereal y los aportes del lúpulo, resultando elegante para acompañar cualquier plato, porque te limpia muy bien la boca, así como de terraceo.
Alcohol: 5 % Vol.
Precio: 2,17 euros.
Vereda, La Rubia: es fruto de un proyecto de pequeña cervecería y casa rural como epicentro de la recuperación de un pequeñísimo pueblo de Palencia, Ledigos, con el objetivo de combatir la despoblación. Su concepto engancha mucho con la que denominan cerveza rural, a la que van incorporando cereales autóctonos, maltas de cebada y avena, lúpulo y levaduras, todo de Palencia, para enarbolarse como la rubia de toda la vida.
En la cata es como un vino blanco en barrica, tiene esos toques de bollería, de panadería, de flor blanca y representa la sencillez en positivo, porque es suave, pasa muy bien, la base del cereal te sale en el retrogusto.
Alcohol: 5,1% Vol.
Precio: 1,83 euros.
Animus The Omen Session Ipa: ligera, con menos cuerpo y mucho protagonismo del lúpulo, que recuerda al jabón de marsella en nariz; y en boca entra ágil pero sabe un poquito especiada, resulta divertida. Tiene bastante espuma y el toque mineral te refresca mucho el paladar y es amplia, ideal para estos calores.
Alcohol: 4,5 % Vol.
Precio: 5,57 euros.
Funky Demon, Fruity Session Neipa: es la apuesta de La Pirata, pequeña cervecera de unos jóvenes argentinos en el Guinardó que intentan hacer las IPA más complejas con baja graduación para que sean más refrescantes si cabe. Esta sigue el estilo de las Neipa, porque es muy lupulada, con mucha turbidez, con un extra de mango que no se le nota mucho, se impone el amargor, pero está buena.
Alcohol: 4,8 % Vol.
Precio: 4,95 euros.
Máger Minimal Sour: es una fantástica cerveza de trigo del Alt Penedès, elaborada por unos maestros cerveceros a quienes les encanta jugar con barricas y fermentaciones mixtas. Aromáticamente, resulta muy interesante. Te teletransporta al mundo del cava, tiene los carbónicos elevados, hasta el punto de que, en una cata, a ciegas, podría confundirte.
Entre las características del estilo Berliner Weisse, aparte de pasar una alta fermentación, hay una fermentación láctica, por eso sale ese ácido láctico que recuerda al yogur de fresa. Es muy gastronómica.
Alcohol: 4 % Vol.
Precio: 3,30 euros.
Grandma's Apple Pie Sour: Basqueland es la campeona de las cerveceras y, además, suele marcar tendencias como la de hacer cerveza de postres, básicamente porque saca dos novedades a la semana, así que tampoco es raro que tiren de ideas como la de tarta de manzana de la abuela para convertirla en una Sour Ale que tiene una entrada brutal a vainilla, canela, un puntito cítrico y a sidra.
Alcohol: 5,8 % Vol.
Precio: 4,5 euros.
Cátedra Artisan Beer: el proyecto del maestro cervecero Eduardo Cano ha recibido el premio Innovación en el último Barcelona Beer Challenge por su proceso sostenible de regeneración del CO2 en Murcia.
Y la cerveza acompaña, está muy bien hecha, está rica, muy bebible, fácil, sin que el sabor pase desapercibido, gracias a ese carácter de la receta antigua alemana, donde se notan mucho los aromas de la levadura a masa madre, aunque salen también toques a cilantro. Riquísima con marisco porque recuerda a mejillones al vapor en nariz y en boca, es marina.
Alcohol: 4,8 % Vol.
Precio: 2,5 euros.
Puppy Cats: es una cerveza muy original de los expedicionarios de Segarreta, en Santa Coloma de Queralt. En nariz recuerda a una sidra o a un cava maduro, aromas a cuero, a ahumado, a piña y a romero, que, provienen, básicamente, de que volcaron en el mosto una piña a la barbacoa con madera, chipotles y romero.
Y en boca tiene mucha personalidad, recuerda al brett de una hípica de caballo, a una cuadra, que no es más que la levadura brettanomyces, descubierta inicialmente en la cerveza por Claussen en el año 1903. Es un poquito secante, lo cual te refresca a la vez en una buena parrillada con los amigos.
Alcohol: 4,8 % Vol.
Precio: 5,20 euros.
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