El primer ministro israelí, Naftali Bennett, anunció el jueves que el país requerirá que los niños de hasta tres años se realicen una prueba de Covid-19 antes de ingresar a lugares públicos a pesar del éxito del programa de vacunación de la nación.
La nueva medida entrará en vigor a partir del próximo miércoles. El gobierno financiará las pruebas de niños de tres a 11 años, asegurando que los jóvenes presenten un resultado negativo antes de ingresar a lugares públicos, como hoteles, gimnasios, piscinas o escuelas.
El gobierno israelí ya implementó un pase Covid-19 para ciudadanos de 12 años o más, ordenándoles que presenten un Pase Verde que muestre si se han vacunado, dieron negativo o se recuperaron recientemente del virus.
Para satisfacer la creciente demanda, el servicio nacional de emergencias médicas y de sangre de Israel, Magen David Adom, ha abierto 120 centros de pruebas rápidas de antígenos, donde los residentes pueden averiguar rápidamente su estado. Para los mayores de 12 años, una prueba cuesta 52 shekels ($ 16.14) y, si se devuelve un resultado negativo, las personas reciben un Green Pass que es válido por 24 horas.
Israel ha extendido su programa de vacunación de doble dosis a personas de 12 años o más, y las personas de 60 años o más pueden recibir una tercera vacuna de refuerzo. El gobierno actualmente está considerando extender el golpe de refuerzo a los grupos de edad más jóvenes, y se espera que se anuncie una decisión la próxima semana.
A pesar del éxito del lanzamiento de la vacuna en Israel, el país ha sufrido un resurgimiento de casos, ya que la variante Delta ha impulsado la tasa de infección del país. Hasta el jueves, el Ministerio de Salud israelí ha registrado un total de 921.083 casos y 6.593 muertes desde que comenzó la pandemia, con 5.964 nuevas infecciones en las últimas 24 horas.
El uso del Green Pass se ha extendido hasta el 31 de diciembre de 2021 y debe presentarse al ingresar a lugares públicos, junto con documentación de identificación, como carnet de conducir.
