Galicia se planta. La Comunidad no piensa callar ante la previsión de que no recibirá una sola de los 3,4 millones de dosis de Pfizer anunciados a bombo y platillo por Pedro Sánchez durante la Conferencia de Presidentes, un temor confirmado en las últimas horas. Pero la indignación va más allá, por lo que entiende que está siendo un reparto «injusto» de los viales casi que desde el primer minuto, y que ha llevado a extremos de que algunas comunidades estén empezando a inmunizar a jóvenes de 14 años y otras, como el caso gallego, no tengan dosis ni siquiera para completar el tramo de 16 a 19 años con un primer pinchazo.El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, puso voz ayer al enfado de la Xunta. «Todo el mundo sabe quién recibe más vacunas, y no somos nosotros» afeó al Ministerio de Sanidad, al que la semana pasada se tuvo que dirigir en dos ocasiones para saber con exactitud los viales con los que la autonomía contaría de cara a los próximos días.
El responsable gallego hizo público el relato de los acontecimientos para desmentir a aquellos que manifestaron que en la reunión interterritorial de la pasada semana se había indicado cuál sería la distribución de este paquete. «Yo sí estaba allí y no se dijo, y quien diga que sí, miente», afirmó el conselleiro para explicar que ante la falta de datos, él mismo se puso en contacto al día siguiente con la ministra Carolina Darias, a la que planteó la misma duda. «Ahí empezamos a intuir que no llegarían [las vacunas comprometidas por Sánchez]. Por eso el viernes pedimos explicaciones y recibimos un correo del Ministerio que apuntaba que íbamos a recibir solo las vacunas programadas y la mitad de la dosis de Moderna», dijo.Galicia lleva semanas pidiendo que el Ministerio haga públicos los datos de vacunas entregadas a las Comunidades Autónomas desde que comenzó el proceso de vacunación, sin éxito.
El enfado ha subido de nivel en las últimas semanas, por entender que existen territorios en los que la alta cifra de contagios ha llevado a la inmunización de amplios porcentajes de su población, que ahora solo necesitarían una dosis de refuerzo, pero seis meses después de superar la enfermedad. Y sin embargo, van a ser los principales receptores de estos 3,4 millones de vacunas en detrimento de comunidades como Galicia, donde la afectación fue sensiblemente menor. «Tiene que haber un ajuste de las dosis porque hay criterios de reparto que son discutibles, como que en las comunidades con más positivos no son necesarias las segundas administraciones», expuso ante el recorte de dosis que sufre la Comunidad, con menos antídotos este mes que los recepcionados en junio. Del descontrol que por momentos provoca la gestión de las vacunas por parte del Ministerio también habló Comesaña.
Galicia llegó a verse obligada a «reprogramar 10.000 primeras dosis de Moderna para salvar las segundas dosis», refiriéndose a los plazos que deben pasar entre un pinchazo y otro para garantizar la efectividad del suero. «Nunca lo habíamos dicho pero es la tercera vez que tenemos que cambiar la recepción de Moderna, yendo a las 4 de la mañana a otras comunidades para buscar dosis. Eso pasa con cierta frecuencia», se quejó sobre la llegada de los antídotos a la Comunidad. Según pudo saber ABC, debido a los incumplimientos del Ministerio en las vacunas comprometidas, Galicia tuvo que pedirle a Andalucía que le adelantara varios miles de dosis para evitar que se perdiera la efectividad de las primeras dosis de Moderna ya inoculadas. Cuando el Gobierno se puso al día con los envíos, la Xunta restituyó los viales.
Al trapo de las quejas vertidas por la Xunta entró ayer, casi en paralelo a las declaraciones del conselleiro, el delegado del Gobierno en la Comunidad, José Miñones. Lo hizo para dejar sin efecto las críticas del presidente Alberto Núñez Feijóo, que en días previos denunció la opacidad en el reparto. En opinión del delegado, a Galicia «le toca ser solidaria» ahora que se está vacunando a una población más joven y no tan envejecida como la gallega. Según Miñones expuso al hilo de la polémica, autonomías con más mayores en sus filas se vieron «beneficiadas» al comienzo del proceso de inminuzación, por lo que ahora que «ocurre lo opuesto» al estar vacunando a la población más joven, con las vacunas extras que lleguen, el Gobierno «intentará equilibrar», se explicó.
Las quejas de Sanidade sobre el insuficiente flujo de vacunas se producen en un momento clave del pulso al virus. Después de alcanzar el pico de la quinta ola, la de los jóvenes, el comité confirmó ayer el dibujo de una tendencia descendente que se mantiene desde el pasado día 17 de julio. A paso lento pero seguro, la Comunidad empieza a coger aire con una bajada tanto de la incidencia acumulada -incluida la población de 12 a 29 años- como de la tasa de positividad y del número reoproductivo, por debajo de 1 en la mayoría de gerencias sanitarias a excepción de La Coruña y Ferrol.Estos datos -una IA a 7 días de 244 y de 558 a 14- fueron algunos de los indicadores que ayudaron a que el comité modificase el mapa de restricciones de cara al próximo fin de semana.
La novedad más relevante es que saltan de la lista de concellos en alto riesgo dos ciudades, Santiago y Orense, que desde el sábado estarán en nivel medio. O Grove será, por su parte, el único ayuntamiento en mantenerse en riesgo extremo al tiempo que otros 50 quedarán en riesgo alto (Cee, Fisterra, Laxe, Malpica, La Coruña, A Laracha, Arteixo, Betanzos, Cambre, Carballo, Culleredo, Oleiros, Sada, Miño, Pontedeume, Cabanas, Ferrol, Muros, Ames, Ribeira, Viveiro, Burela, Foz, Chantada, Lugo, Ribadeo, Xove, Outeiro de Rei, O Barco de Valdeorras, Verín, Sanxenxo, Meaño, Bueu, Cambados, Marín, Meis, Poio, Pontevedra, Portas, Soutomaior, Vilaboa, Vilagarcía de Arousa, Baiona, A Guarda, Gondomar, Nigrán, O Porriño, Redondela, Salvaterra, Tui, Vigo, Arbo, As Neves y Tomiño).
La percepción de los expertos es coincidente y apunta a que el escenario mejora, pero no es el «óptimo». Sobre la ocupación hospitalaria, determinante para conocer el impacto real de la ola entre la población, el gerente del Sergas, José Flores, anotó ayer una ligera subida en el número de ingresos que bebe del aumento de contagios de las semanas previas. Así por ejemplo, la ocupación de UCI es esta semana un 24 por ciento que hace siete días, con 54 casos. En planta, por su parte, las hospitalizaciones aumentaron un 8 por ciento y hay ya 291 pacientes con Covid.Por debajo de los 800En cuanto al balance diario de casos, los nuevos contagios se volvieron a mover ayer en el entorno de los 800, con 781 contabilizados. Con, nuevamente, un importante volumen de altas, 1.133, los casos activos también volvieron a limarse y descendieron a 16.471, 353 menos que en la jornada previa. El escenario dominado por la quinta ola también salpica a las residencias, donde siguen aflorando positivos. En total, 58 casos en geriátricos tras detectarse siete en Val de Monterrei, a los que se suman las 31 personas con discapacidad infectadas en la Clínica de San Rafael.
