Ni es guardia civil ni tampoco trabaja para la única revista oficial, editada y financiada legalmente bajo el nombre de Guardia Civil, que se sustenta solamente de suscriptores. «En ningún caso de solicitudes externas de colaboración económica», recalcan desde el instituo armado.
El responsable de una empresa de publicidad, que se hacía pasar por miembro del cuerpo, se enfrenta a un posible delito de estafa. Tiene 48 años y numerosos antecedentes delictivos por hechos de estas mismas características.
Según la investigación, en enero se puso en contacto con una mujer que dirige un negocio en Santa Cruz de la Zarza (Toledo). Para ganarse su confianza, se presentó como guardia civil y le pidió que colaborara con una supuesta revista de la Guardia Civil haciendo una aportación económica a cambio de publicitar su negocio.
Además de presentarle el ejemplar de una revista de 2019, le ofreció tres tipos de anuncios con distinto valor cada uno, en una horquilla de 200 a 500 euros. De esta manera, le aseguró, colaboraría con los fallecidos en la Guardia Civil durante la pandemia. A cambio recibiría la revista y tres copias del artículo donde aparecería su anuncio. Le dijo que una la llevara en el salpicadero de su vehículo por si la paraba alguna patrulla de la Guardia Civil. Así los agentes verían que colaboraba con ellos.
Volvió a intentarlo
La mujer realizó un pago bancario a nombre de una empresa de publicidad, pero pidió a su entidad financiera la devolución del recibo. Sospechaba que pudiera tratarse de una estafa. El publicista se puso nuevamente en contacto con ella para convencerla de que pagara el anuncio. Incluso llegó a ofrecerle que lo hiciera a través de una empresa de mensajería y a solicitarla los datos de su tarjeta de crédito.
En febrero, la víctima formuló una denuncia ante el puesto de Santa Cruz de la Zarza. Durante estos cuatro meses, la Guardia Civil ha trabajado hasta conseguir el nombre de la supuesta empresa de publicidad, así como la identidad de la persona que había efectuado las llamadas telefónicas. Es el mismo administrador único de otra firma comercial y las dos están dedicadas a realizar ofertas publicitarias en nombre de la Guardia Civil para una falsa revista oficial de este cuerpo.
Por este motivo, los investigadores han solicitado la citación en sede judicial de esta persona como supuesta autora de un delito de estafa, ya que es el responsable jurídico de la empresa y su administrador.
«Yo también pagué»
Pero se trata de un engaño que no es nuevo en la provincia de Toledo. Ni mucho menos. «Pagué anuncios hace mucho tiempo que luego aparecían en una revista. Pero luego corté radical», ha manifestado a ABC la víctima de una estafa de similares características hace más de veinte años. «Siempre se oía de fondo como gente trabajando, con mucho jaleo, en unas oficina. Seguro que era una escenificación», recuerda.
«Es, por desgracia, una estafa muy habitual, en la que se aprovechan de la buena voluntad de la gente», afirman desde el instituto armado. «Hay revistas seudooficiales que utilizan el nombre de la Guardia Civil, pero ninguna es la oficial», insisten las mismas fuentes.