Un accidente pone fin a la carrera de una famosa violinista, que debe reconvertir su vida y moderar sus ambiciones como profesora de música. Su corazón vuelve a latir cuando conoce a un brillante estudiante que además le hace tilín. Los dramas con instrumento son un subgénero interesante, donde no abundan las obras maestras pero sí las películas que apuestan por la sutileza y el buen gusto. Esta cinta finlandesa, que se estrena en España con tres años de retraso, es una buena muestra, en la salud y la enfermedad.
Matleena Kuusniemi y Olavi Uusivirta resultan creíbles en sus papeles, aunque los mejores momentos se los apropia el danés Kim Bodnia, un actor que los seriéfilos conocen bien gracias a 'Bron/Broen (El puente)', uno de los primeros grandes éxitos de la ficción nórdica, y a producciones internacionales como 'Killing Eve'. Es curioso que ahora las series vuelen a todo el mundo mientras muchas películas, sobre todo de algunos países, lleguen en tren, en el mejor de los casos.
Kim Bodnia da vida a un exigente director de orquesta - Adso Films
Paavo Westerberg escribe, dirige e incluso se reserva un papel en esta historia algo fría –previsible si atendemos el tópico–, demasiado para las pasiones que trata de describir. Los aficionados a la música clásica la disfrutarán más, sobre todo si les gusta Mendelssohn. Los amantes del cine romántico quizá echen de menos incluso los trucos más bajos del género. Los protagonistas viven un adulterio, casi una constante en las grandes películas de este tipo, e incluso el guion se reserva algún giro interesante, pero ni el amor de los personajes es visto con admiración ni ellos saben hacerse querer. La única que lo consigue es el que interpreta Misa Lommi, novia también violinista del joven protagonista, que merecía más minutos y mejor suerte.
La trama profesional es mucho más interesante. 'La violinista' deja esbozos atractivos sobre las renuncias que implica un gran triunfo, las puñaladas que se producen incluso en un gremio tan noble y la confrontación personal de cada persona, cuando se hace balance de lo soñado y lo conseguido. En definitiva, es una película que no termina de entrar por todos los sentidos. La elegante puesta en escena satisface la vista y el oído está ganado, como es natural, pero no se puede decir que la película entre por los sentidos, aunque en un plano más intelectual puede disfrutarse sin dificultad.
Valoración de ABCPlay
Federico Marín Bellón
Valoración de ABCPlay
Federico Marín Bellón