El Pequeño Nicolás se libró, un día ya remoto, de cumplir la selectividad, por suplantación, y se ha librado ahora de pisar la cárcel, por sentencia al respecto, que le fija la pena en un año y nueve meses. He aquí un casi reo que mandó a estudiar a otro. La noticia es de ayer mismo, pero la noticia de alcance es que el Pequeño Nicolás existe. Todavía. Quiero decir que ha resucitado un pícaro de la etapa, ya prehistórica, de la vieja normalidad, cuando podía falsificarse un ‘deneí’, o bien te inventabas el ‘bisnes’ de heraldo de oro de la Monarquía, o el Gobierno en curso.
La nueva normalidad lo que trae es un ramo de indultos por la...
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