El Centro de Estudios Garrigues nació con la vocación de poner al servicio de la sociedad la experiencia profesional y el conocimiento alcanzados por el despacho en el ámbito jurídico-empresarial. «Nuestro propósito y nuestro firme compromiso siempre ha sido formar en la excelencia, innovar, anticiparnos al futuro y ofrecer a nuestros alumnos todos los elementos para ayudarles a crecer, de forma conjunta, en lo humano y en lo profesional», afirma Félix Plaza, presidente del Centro de Estudios Garrigues. La institución se asienta en valores como son el trabajo en equipo, la solidaridad y el esfuerzo. «No obstante, y por encima de todo, siempre destacamos nuestras “Tres Es”: Ética, Excelencia y Exigencia», resalta Plaza. Los profesores, los alumnos, la institución y los valores son los pilares sobre los que se asienta este centro y conforman su ADN.
Su creación en 1994 respondió a la idea transgresora de crear una institución formativa de referencia, «que trascendiera al propio Despacho, en la que se pudiera formar en el ejercicio de la profesión a los futuros líderes en la práctica. Este, lógicamente, es en sí mismo un hito», indica su presidente. Desde su constitución, el siguiente logro más importante fue la creación de una oferta formativa de la máxima calidad, acorde con el nivel de exigencia del centro, para el acceso a la abogacía.
En estos más de 25 años, la institución se ha consolidado como un centro formativo de referencia, alcanzando los distintos títulos impartidos el máximo reconocimiento en el ámbito profesional y entre la comunidad educativa. «Una alta especialización de nuestros programas unido a una metodología practica e innovadora, un excelente claustro de profesores académicos y profesionales del más alto nivel y un trato personalizado, son nuestras fortalezas», indica Mercedes de Prada, su directora académica. Tras estos años de éxito en la formación de posgrado, «nos planteamos con mucha ilusión y ambición un nuevo proyecto: extender nuestra experiencia de enseñanza y aprendizaje a los alumnos que inician su andadura universitaria, a través de un Grado en Derecho con proyección internacional», añade. Su propósito es ofrecer a sus estudiantes, en cuatro años, la capacidad de conocer y de anticiparse a las necesidades de las empresas y despachos, convirtiéndose así en profesionales que puedan liderar con éxito la transformación de la sociedad, en un mundo global.
«Hace tiempo que las soluciones jurídicas meramente locales dejaron de ser efectivas y que las prescripciones de las instituciones internacionales se convirtieron en fuentes del nuevo Derecho Global. De ahí que nuestro ambicioso proyecto sea formar a los mejores alumnos en el ámbito jurídico, en el mundo de la empresa y en un mundo internacional. Tres pilares fundamentales para un profesional presentes en nuestra Doble Titulación de Grado y Máster», indica la directora académica.
El programa del Máster en Derecho Internacional de los Negocios, impartido con el Grado en Derecho, permite a sus alumnos proyectar su formación hacia esta realidad internacional a través de la adquisición y aplicación de los conocimientos jurídicos adquiridos a la efectiva resolución de la problemática legal asociada a las complejas transacciones internacionales que están transformando el mundo. A tal efecto, el programa incide muy especialmente, junto al estudio de materias tradicionales, en el conocimiento y aplicación de contenidos de Derecho Anglo-Sajón, de Derecho de las Instituciones Internacionales y de Derecho Económico.
Teoría y práctica
La metodología utilizada se centra en una combinación equilibrada de aspectos teóricos y prácticos a través del desarrollo, en coordinación con el programa del Grado, de contenidos estructurados en sus diversas asignaturas, con el análisis exhaustivo de casos prácticos. Tal y como recuerda Mercedes de Prada el objetivo es que «los alumnos comprendan los objetivos de negocio, la problemática y retos jurídicos inherentes, y que sean capaces de anticipar los problemas legales, buscar soluciones y plantear ordenadamente la ejecución de las transacciones a la luz del conocimiento de su potencial impacto en diversas áreas y jurisdicciones».