Tras la edición de 2020, reducida a la mínima expresión y atrapada en el 'streaming', el Festival Internacional de Música Castell de Peralada retomará este año la actividad. La adaptación a las normas sanitarias han llevado a hacer retoques sustanciales en su modelo, pero «ahora nuestra única pretensión es mostrar que el 'show', la vida, tiene que continuar», aseguró ayer el director artístico, Oriol Aguilà, durante la presentación del programa. Las actividades se concentrarán en dos semanas, del 16 de julio al 1 de agosto, y optará por espectáculos de formato pequeño sin renunciar a los grandes nombres internacionales.
Por primera vez en su historia, el festival volverá a programar una producción que ya se había visto, y será en la sesión inaugural: regresa 'Ballet for Life', creación que el coreógrafo Maurice Béjart preparó junto a Versace tras la muerte de Freddy Mercury, en plena pandemia del SIDA. Aguilá consideró que sería un mensaje de esperanza «ahora que tantas personas nos han dejado con la pandemia del Covid», ya que «es un espectáculo de alegría extrema a pesar de lo vivido, como decía el propio Béjart». Canto a la vida que alterna música de Queen y Mozart en un montaje que lleva tres décadas cosechando elogios y que en este 2021 se transforma casi en una reivindicación de la música y la cultura.
Tras la danza de Béjart, toman el relevo voces como S
ondra Radvanovsky, Jonas Kaufmann y Carlos Álvarez en una 'Tosca' que se ofrece en versión de concierto «porque así lo dictaba el sentido común», según Aguilà, que constató que el riesgo y la complejidad de abordar una producción escenificada con todas las garantías de seguridad sanitaria eran inasumibles para el festival. Javier Camarena, Rufus Wainwright, Sílvia Pérez Cruz,
el Ballet de Barcelona y William Christie son otros nombres destacados del cartel. A su lado habrá una voz al mismo tiempo emergente y consolidada, la de la soprano Lise Davidsen, que a pesar de su juventud se ha hecho un lugar como intérprete wagneriana.
Una joya del barroco, 'Orlando' de Händel, será la única ópera escenificada de esta edición. Con dirección musical de Dani Espasa al frente del conjunto Vespres d'Arnadí, será protagonizada por el contratenor Xavier Sabata y contará con la dirección escénica de Rafael Villalobos.
El festival ha adaptado sus espacios para acoger hasta mil personas cumpliendo todos los protocolos que dictan las autoridades sanitarias, e incluso incorpora una nueva zona, el mirador, que albergará algunos conciertos. El objetivo es volver a una cotidianeidad alejada de las retransmisiones por internet. «Nuestros jardines no están pensados para verlos digitalmente, hay que vivir la experiencia presencial», afirmó Aguilà.
