El sueño de todo hincha es poder estar vinculado a su club, sea de la manera que sea. Algunos pueden decir que han vestido los colores de su club como jugador, y otros como entrenador. Edin Terzic es de estos últimos, y en su trayecto en el banquillo de Borussia Dortmund no lo ha podido hacer mejor. Ha cumplido los objetivos europeos y, sobre todo, ha conseguido levantar un título con el club de su vida.
Terzic no es el prototipo de jugador que termina vinculado al club en el que juega cuando termina su carrera. De hecho, su carrera como futbolista fue en equipos de las divisiones inferiores alemanas donde pasó sin pena ni gloria. Sin embargo, le encantaba la táctica y terminó dedicándose a ello. Le llegó la gran oportunidad como scout en Borussia Dortmund mientras aún estaba en activo como jugador, y una suculenta oferta para ser segundo entrenador en la cantera en 2010 le llevó a colgar las botas.
En las categorías inferiores de Los Borussos siempre fue de la mano del que precisamente será el entrenador contra el que se enfrente en la última jornada de liga, Hannes Wolf. Fue el segundo de Wolf durante tres años y eso le ayudó a dar el salto a clubes profesionales. Sin embargo, para ello tuvo que dejar Dortmund y viajar a Turquía para ser la mano derecha de Slaven Bilic en Besiktas, y después a Inglaterra en el West Ham. Todas esas experiencias le sirvieron para ganar un conocimiento que le vendría bien para su vuelta a casa en 2018, como segundo entrenador de Lucien Favre.
La historia con Favre es bien conocida. Después de dos años y medio en los que el técnico suizo estuvo cerca de ganar una liga y se le dotó para este último de una plantilla de ensueño, nada terminó de resultar. La directiva le destituyó y, cumpliendo un sueño para Terzic, a este le dieron la oportunidad de dirigir al equipo. Y ha cumplido con creces en el cargo. Ha logrado que el BVB comptiera bien contra un gigante como el Manchester City, ha clasificado para la próxima Champions League y, sobre todo, ha ganado un título. No se puede pedir más.
Ese trofeo conquistado es lo más especial de este trayecto de Terzic en el banquillo de Los Borussos. Ya estuvo presente en las dos anteriores finales de Pokal que jugó el Dortmund como hincha y como empleado del club, y para él poder hacerlo esta vez como entrenador era algo único. Y en sus declaraciones se ve muy claro cuál es su amor por el conjunto negriamarillo y lo que significaba para él jugar esa final.
Todo es por los hinchas, por los empleados, por el club. No se trata de que yo gane una final, sino de que Dortmund gane una final.
Esa final la ganó, y la pudo celebrar con todo. Es por su buena labor que la directiva ya ha arreglado su continuidad en el BVB, pero como segundo entrenador de Marco Rose a partir de la próxima temporada. No obstante ya son varios clubes los que le andan buscando para que sea su técnico y la decisión depende de Terzic. Veremos si el corazón le hace quedarse en Dortmund o se marcha otra vez para empezar a volar en solitario.
