El Papa Francisco ha recuperado este miércoles las audiencias generales con la presencia de fieles. La audiencia se ha celebrado en el patio de San Dámaso del Vaticano, y no en la Plaza de San Pedro o en el Aula Pablo VI, lugares habituales antes de la llegada del Covid-19.
Entre los fieles que esperaban la entrada de Franscisco desde primera hora de la mañana se encontraban las estudiantes de Erasmus sevillanas Elena García (4º curso del doble grado Derecho+ADE) y María Pérez (3º curso del doble grado Derecho+ADE), que residen en la capital italiana desde hace varios meses, donde estudian en la Sapienza Università di Roma.
«La mañana fue muy emocionante, desde la hora en la que nos hemos levantado, estábamos deseando llegar al Vaticano para poder acceder a la primera audiencia con el Papa Francisco después de tanto tiempo. Hemos salido a las 7 de la mañana, para estar allí cuanto antes y poder coger sitio ya que la asistencia iba por orden de llegada. A las nueve ha llegado el Santo Padre y ha comenzado la audiencia con el saludo a los fieles, acercándose a todos los que estábamos allí presentes», recuerdan.
«Cercanía y naturalidad»
Tras meses hablándole a las cámaras, «el Papa Francisco ha reconocido muy contento que ya tenía ganas de ver a todas las personas y poder sentirlas más de cerca. Nos ha sorprendido su cercanía y su naturalidad. Creemos que es un Papa que necesita la iglesia de hoy en día y que hace que los jóvenes como nosotras, sigamos manteniendo la Fe y queramos acercarnos a la iglesia», dicen.
Elena García y María Pérez, dos estudiantes erasmus en Roma
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Reconocen que no es la primera vez que visitan el Vaticano, ya que «la primera vez fue nada más llegar a Roma en febrero y me impresionó mucho y este miércoles ha sido la primera vez que veo a un Papa», dice María, mientras para Elena «afortunadamente, tuve la suerte de venir con mis padres en noviembre de 2014». Elena tuvo la oportunidad de asistir también a la última audiencia general con presencia de fieles el pasado mes de octubre, antes de que éstas pasasen a celebrarse en privado debido al Covid-19.
«No sabría como describir la audiencia, simplemente ha sido emocionante. Una de las cosas que más ilusión me hacía de poder venir a Roma, era conocer al Santo Padre», dice María. «Hoy nos ha hablado de la oración, de que a veces tenemos momentos oscuros, en los los que nos cuesta a todos concentrarnos, incluso al propio Papa, que lo importante es rezar de corazón, encontrando el fin de la oración y no como papagayos».
Para Elena en esta ocasión «ha sido mucho más cercano», quizá debido a que «el Santo Padre ya está vacunado», piensa. «'La oración como arma para los cristianos' nos ha hecho ver que la oración no es fácil pero que, incluso puede resultar complicado, requiere concentración y a veces solo rezamos 'de carrerilla' sin realmente encontrarle finalidad. Nos ha hecho ver que es algo normal que incluso a él le pasa».
«Es una suerte tener al Papa tan cerca»
Las dos están pensando volver la semana que viene, ya que «es una suerte tener al Papa tan cerca», «Como cristiano me parece un auténtico chute de energía», señalan. María recuerda que el Covid-19 en Roma «ha estado peor que en España, aunque actualmente la situación está mejorando y han ampliado las restricciones, como la apertura de la hostelería hasta las 10 de la noche, ya hay más ambiente en las calle». Para Elena, «el ritmo de vacunación es similar al de España. Seguimos teniendo toque de queda y estado de alarma aunque se supone que pronto cambiarán estas medidas».
Francisco celebraba la audiencia de cada miércoles en este patio, obra de Bramante y Rafael, pero el aumento de casos de Covid-19 hizo que la última catequesis en presencia de fieles tuviera lugar el pasado 28 de octubre. El Papa se mostró «feliz» de reanudar estos encuentros ante unos 300 fieles, y desde primera hora de la mañana, se podían ver a los fieles esperando la llegada del Pontífice. Gritos como «¡Viva el Papa!» se pudieron escuchar a su llegada. Asimismo, el sucesor de Pedro procedía a la firma de dedicatorias y autógrafos. Incluso uno de los asistentes se animó a colocar sobre la cabeza del Papa un gorro rojo, momento inmortalizado por casi todos los fotógrafos de prensa que se encontraban en el patio de San Dámaso en aquel momento.
Al no haber apenas turistas en Roma, este miércoles sobre todo había estudiantes que estaban aquí de otros países, religiosos y algunas familias con niños pequeños. Las audiencias generales comienzan en torno a las 9.30 horas y la participación está abierta a todos los que lo deseen, sin necesidad de entradas.
«Le hemos agradecido lo que hace por la juventud»
Las dos sevillanas reconocen que han aprovechado la ocasión para darle las gracias al Sumo Pontífice por todo lo que hace por la juventud. «Tener delante al Sumo Pontífice ha hecho que la mañana sea emocionante desde bien temprano y que esa ilusión continuase para todo el día», dice Elena; mientras María destaca «lo cercano que ha sido el Papa con todos los que estábamos allí, tan sencillo y natural». Sobre la vuelta a España, Elena afirma que se siente «bastante cómoda en la ciudad y la experiencia está siendo increíble». Para María, «aunque se echa de menos a los familiares y amigos, este segundo semestre está siendo una experiencia increíble para conocer la vida romana. Somos unas privilegiadas al poder disfrutar de la ciudad vacía, después de tantos años siendo una de las ciudades con más turismo. Cada día que vivimos aquí es un regalo porque nunca sabremos cuando volveremos a vivir Roma de esta forma. Nos quedamos hasta Julio», dice.
