Once metros negaron al Villarreal la final de la Champions de hace ahora quince años. Aquel día, un alemán de casi dos metros llamado Jens Lehmann se hizo todavía más grande en la portería y paró lo que parecía imposible. Y Riquelme, indudable genio de aquel conjunto soñador, fue quien falló el penalti en el minuto noventa. De haberlo marcado se habría jugado la prórroga, pero en lugar de eso, la imagen que quedó fue la de un hundido Fernando Roig, presidente entonces y ahora, en el palco. También las lágrimas de aficionados y jugadores. El rival de aquella noche era el Arsenal, contra el que hoy, otra vez, el Villarreal buscará la primera final de su historia.
Hay argumentos de sobra para creer que es posible. Sin duda, el primero es la trayectoria del equipo en la Europa League, donde no conoce la derrota y tan solo ha concedido un empate. Además, en el banquillo está Emery, dueño y señor de la competición tras haberla ganado tres años consecutivos con el Sevilla y llegar a una cuarta final con, precisamente, el Arsenal. Por último, y quizá más determinante, cabe señalar el partido de la ida, con dominio y victoria amarilla por 2-1.
La historia, en cambio, juega a favor de los londinenses. El Arsenal, más allá del presupuesto y el palmarés, se ha convertido en una pesadilla. Tras lo ocurrido en la 2005-06, los ‘gunners’ volvieron a eliminar al Villarreal tres años después. Emery, que conoce bien al equipo tras entrenarlo hasta noviembre de 2019, advirtió ayer del potencial de algunas de sus estrellas: «Aubameyang es un ‘killer’ y lo será siempre. Si está en un buen momento es muy difícil de parar». En la ida, mermado, apenas jugó un rato.
Muchos de los presentes en la derrota contra el Arsenal de quince años atrás han vuelto a lucir la bufanda del Villarreal estos días. «Lo recuerdo como si fuera ayer», dijo Marcos Senna para un vídeo del club. Ahora, lejos del césped, él y algunos otros se suman para animar al equipo de una localidad de 50.000 habitantes que sueña con eliminar al gigante de la ‘city’ de Londres.
