El vicepresidente de la Junta y portavoz del Gobierno regional, Francisco Igea, ha destacado el descenso «lento pero continuado» de la incidencia del coronavirus en Castilla y León, que se sitúa a día de hoy en 175 a 14 días y en 8 a 7 días, destancado el descenso que se ha producido en los mayores de 65 años, que el dirigente ha justificado como consecuencia del proceso de vacunación. De hecho, ha explicado que en esta franja de población la incidencia a 7 días es de 50 casos, «casi un 40 por ciento inferior a la incidencia del conjunto de población».
Ha subrayado también la evolución de la campaña de población, con más de un 96 por ciento de los mayores de 70 años vacunados de la primera dosis y un 63,3 por ciento de los mayores de 60 años. «Esa es la razón por la que las tasas de letalidad están bajando», ha puntualizado.
Pese a la mejora de la situación sanitaria, Igea ha vaticinado un incremento de la incidencia una vez decaído el estado de alarma, cuando ya no exista los límites perimetrales. Ha recordado que comunidades limítrofes como País Vasco, Madrid, Navarra y Aragón tienen unas incidencias, respectivamente, de 478, 339, 313 y más de 200 en la actualidad, lo que presupone que se produzca un «trasvase» y «se traduzca en un incremento previsible de la incidencia».
En este sentido ha llamado al conjunto de la población a «mantener la prudencia y la precaución», así como la distancia de seguridad y las medidas higiénicas: «Esperemos que la gente recuerde que aún hay 128 personas intubadas en la Comunidad peleando por su vida».
Fin de la mascarilla
Precisamente respecto a una de estas medidas, como es el uso de la mascarilla, ha considerado que «el final» de la misma al aire libre «está más cerca de lo que parece», aunque ha insistido que dependerá de la campaña de vacunación.
