El semanario británico ‘The Economist’ publicó esta semana un artículo en el que califica el fracaso de la Superliga impulsada por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, como un “espectacular gol en propia puerta”.
En concreto, bajo el título ‘La Superliga europeo marca un espectacular gol en propia puerta’, la publicación señala que el fracaso de los equipos que en un principio iban a participar en la nueva competición estarán ahora en una peor posición de cara a futuras negociaciones económicas.
“Prometieron ofrecer una emoción y un drama nunca antes visto en el fútbol, y durante unos días lo consiguieron, pero no de la forma que esperaban”, comienza el artículo, que destaca que tras el anuncio el pasado día 18 de la creación de la Superliga con la participación de una docena de los clubes más relevantes del fútbol europeo “los inversores vitorearon”.
Sin embargo, apunta que “los aficionados se rebelaron, los locutores se burlaron y los gobiernos prometieron bloquear el plan”, de forma que, en 48 horas, la mitad de sus miembros fundadores se retiraron y el proyecto “pronto fue declarado muerto”.
Por ello, ‘The Economist’ considera que “lo que comenzó como un atrevido intento por hacerse con el control del fútbol de élite, ahora parece un gol en propia puerta”.
En este sentido, el semanario apunta a que ahora los equipos que iban a participar en la Superliga “pueden enfrentar una regulación más estricta por parte de los gobiernos, que responden a los aficionados furiosos”.
Por otro lado, el artículo explica que la buena respuesta de los inversores, reflejada, por ejemplo, en que el Manchester United subió un 10% en bolsa y la Juventus lo hizo un 19%, se debe a que el formato de liga cerrada planteado por la Superliga da mayor seguridad económica a los propietarios de los clubes.
En cambio, indica que “los aficionados lo vieron de manera diferente”, subrayando que, según una encuesta de YouGov, el 79% de los aficionados del fútbol británico se oponían a la Superliga.
Además, The Economist señala que algunos de los clubes que iban a participar en la nueva competición “vieron la idea como una moneda de cambio para negociar mejores condiciones con su liga”, por lo que su fracaso “una oportunidad para que la comunidad en general impulse una negociación más dura”.
En este sentido, recuerda que “pronto se subastará una nueva ronda de derechos televisivos de la Premier League”, y que ahora los conocidos como ‘Big Six’, los seis clubes más importantes de Inglaterra (Arsenal, Chelsea, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham), “están en una posición más débil que antes para negociar”.
Asimismo, el semanario advierte que “otra amenaza viene en forma de regulación” ya que el ministro de deportes británico, Oliver Dowden, prometió "poner todo sobre la mesa" para detener la nueva liga, desde la ley de competencia hasta la reforma de la gobernanza, y resalta que ningún club alemán se unió al proyecto de Superliga, quizás por el hecho de que en la liga alemana al menos la mitad de la participación de cada club -salvo algunas excepciones- debe estar en manos de sus aficionados. En cualquier caso, señala que este elemento no disuadió a Barcelona y Real Madrid, clubes que pertenecen a sus socios, para embarcarse en el proyecto.
Por último, ‘The Economist’ resalta que “las ligas francesa, española e italiana, que gozan de peor salud financiera que la de Inglaterra, estarán observando de cerca el resultado” de las próximas negociaciones por la comercialización de los derechos televisivos de la Premier.