El Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) presentó su Informe de gestión- 2020, en el marco del Día Internacional de lucha contra el maltrato y abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes que se conmemora cada 25 de abril. A través de su documento, el SIPIAV indica que […]
Fotografía con fines ilustrativos.
El Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV) presentó su Informe de gestión- 2020, en el marco del Día Internacional de lucha contra el maltrato y abuso sexual hacia niñas, niños y adolescentes que se conmemora cada 25 de abril.
A través de su documento, el SIPIAV indica que el 2020 estuvo marcado por la pandemia mundial, causada por el COVID-19 que obligó a los Estados a implementar medidas para enfrentar la emergencia sanitaria y hacer mayores esfuerzos para proteger a niños, niñas y adolescentes contra todo tipo de violencia.
En dicho contexto, el SIPIAV profundizó su trabajo de detección y abordaje de las situaciones en los 32 Comités de Recepción Local y los dos Dispositivos de Reparación del Daño, distribuidos en todo el territorio nacional y conformado por 603 técnicos.
El SIPIAV asegura que durante el año 2020 “se detectaron, intervino y registraron 4.911 situaciones de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, lo que implica la intervención en más de 13 situaciones diarias”.
Poco más de la mitad de las situaciones, “56%, correspondieron a niñas y/o adolescentes mujeres, siendo el 55%, menores de 13 años”.
El 17% del total de niños, niñas y adolescentes tenían entre 0 y 5 años de edad.
Respecto a los tipos de violencia registrados, el mayor porcentaje correspondió a “Maltrato emocional (34%)”, seguido de: “Negligencia” (26%), “Abuso sexual” y “maltrato físico” con 19% cada uno y finalmente “Explotación sexual comercial” con el 2% de los registros.
Las situaciones detectadas e intervenidas “continúan siendo crónicas y recurrentes con una baja visualización por parte de los niños, niñas y adolescentes como víctimas de violencias”. Sólo uno de cada 3 tres logra visualizar la situación de violencia y en general corresponde a aquellas que tiene más correlato físico (abuso sexual y maltrato físico), se expresa en el informe.
También se indica que “el 91% de las personas agresoras corresponden a familiares directos o integrantes del núcleo de convivencia, porcentaje que se mantiene estable desde que se comenzó a contar con esta variable”.
Casi la mitad de las personas agresoras tenían entre 30 y 44 años. En la mayoría de las situaciones abordadas los niños, niñas y adolescentes vivían en hogares monoparentales (42%).
En dos de cada tres del total de situaciones se incluyó a la familia en los procesos de intervención.
Mientras que en cuanto a “Abuso sexual”, se intervino en 928 situaciones (más de dos por día). De éstas, tres de cada cuatro eran niñas o adolescentes mujeres y casi la mitad (44%) tenían entre 13 y 17 años.
Se destaca que de todas las violencias analizadas fue la que tuvo una recurrencia y cronicidad menor, así como una mayor visualización por parte de niños, niñas y adolescentes.
En el 80% de las situaciones intervenidas la persona agresora pertenecía a la familia o grupo de convivencia.
//youtu.be/oqIiHuVUuYo
