La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) investiga la muerte de un hombre identificado como Oscar Presentado, de 37 años, que falleció por COVID-19 a sus 37 años de edad. Lo particular de su caso es que murió en su casa sin que recibiera la atención médica presencial necesaria.
No sabía cómo se había contagiado del virus y, tras recibir el diagnóstico positivo, se quedó aislado en su casa con su burbuja familiar. En los primeros días recibió atención telefónica de la RAP, pero con el pasar de los días su cuadro se agravó bastante y la preocupación de su familia los llevó a informar en repetidas ocasiones a la Red de Atención Primaria (RAP) de Salto.
Si embargo, los médicos les dijeron que los síntomas del hombre “no eran más que parte del proceso de la enfermedad que estaba cursando” y “que mantuviera la calma, porque los mismos pasarían pronto”.
Un día antes de morir, Oscar tuvo severos problemas para respirar, por lo que llamaron al servicio de ASSE para pedir atención médica de emergencia pero no acudieron porque estaban “desbordados” e insistieron en que los síntomas estaban dentro de lo previsto.
ASSE decidió abrir una investigación administrativa por los hechos antes narrados, para determinar si hubo omisiones en el proceso.
“Ante los hechos de público conocimiento referidos a la muerte de un paciente de ASSE con COVID-19, en Colonia 18 de Julio del departamento de Salto, se dispuso por parte de la Regional Norte de ASSE, una investigación de urgencia en la Red de Atención Primaria (RAP) de dicho departamento”, indicó un comunicado emitido ayer domingo por ASSE.
Este caso se parece particularmente a otro en el cual un joven de 24 años presentaba complicados síntomas compatibles con un cuadro de COVID-19. Pidió asistencia médica -también en Salto- y le indicaron que no podrían recibirlo debido a la alta saturación que habían en ese momento.
La familia pidió una ambulancia pero en el centro médico le dijeron que no tenían disponibilidad, e intentó que la policía le ayudara pero le indicaron que ellos no hacen traslados de pacientes. Los vecinos tampoco se animaron a movilizarlo ante el riesgo de contagio que es representaría.
Logró ser trasladado a un hospital solamente cuando hizo viral su caso en redes sociales. El muchacho es residente del barrio Nuevo Uruguay, a menos de 15 cuadras del Hospital Regional de Salto.
En enero pasado, ASSE había aumentado la capacidad de la terapia intensiva en el centro médico local, añadiendo seis camas a las otras seis ya existentes.