Lavrov anunció la noticia en una conferencia de prensa el viernes y agregó que Moscú prohibiría que los fondos estadounidenses y las ONG interfieran en los asuntos internos de Rusia. Lavrov agregó que, dado que Estados Unidos emplea actualmente a 450 funcionarios diplomáticos en Rusia y Rusia emplea a 350 en Estados Unidos,
«se les pedirá a los estadounidenses que pongan el número de empleados en Rusia en línea con el número de rusos en los Estados Unidos», en caso de que las relaciones entre los dos países se amarga aún más.
Lavrov también dijo que Rusia tiene la oportunidad de imponer «medidas dolorosas» a las empresas estadounidenses, pero no tomará medidas en este momento.
Un día antes del anuncio de Lavrov, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó un decreto que sanciona a más de 30 personas y organizaciones rusas por supuestamente interferir en las elecciones presidenciales de 2020 y por su supuesta participación en el caso de ciberespionaje SolarWinds del año pasado, aunque Rusia niega con vehemencia ambas acusaciones.