Sigue el buen paso de los púgiles cubanos en el Campeonato Mundial Juvenil de Boxeo para ambos sexos con sede en la ciudad polaca de Kielce, luego de que el ligero Jadier Herrera Montero se impusiera de manera inobjetable al mongol Gan-Erdene Ganbaatar.
El combate fue animado, con abundantes intercambios de golpes, en los cuales el cubano lució mucho mejor. El episodio inicial fue un «dame y te doy» que culminó con una votación de 4-1 a favor del nuestro.
Otra vez el inicio tímido del cubano hizo que su oponente ganara, por algunos segundos, la valentía suficiente como para proponer las pautas de la pelea. No obstante, como ha pasado en cada uno de los combates de los nuestros, cada golpe contrario enciende algún tipo de interruptor interno en nuestros púgiles, que los hace aumentar de manera apreciable las revoluciones.
Dio la sensación, incluso, que el púgil mongol quemó demasiada energía en el primer asalto, algo que le pasó factura durante el resto del combate. En su esquina, mientras sus entrenadores lo abanicaban con toallas, su cara delataba el cansancio de un esfuerzo profundo. Y en el boxeo, como en el póker, en ocasiones hay que esconder, fingir, no dar a entender que tus cartas son malas.
Herrera, al parecer, leyó bien la cara del mongol y comenzó el asalto intermedio en plan «todoterreno», moviéndose ágilmente por el encerado. Si se hiciera un mapa de calor del ring, no quedaría zona que no estuviera pintada de rojo. El constante «muévete-entra-marca con la derecha-golpea con la izquierda-sal-muévete-repite» de Herrera desquició a Ganbaatar, quien apenas fue capaz de conectar golpe alguno al caribeño. Herrera tiene un gran alcance, gracias a sus extremidades beneficiosamente largas.
Los constantes agarrones del asiático —en una ocasión el agarrón derivó en una acción típica del judo, un ippón de libro— evidenciaron la desesperación de saberse debajo en cada renglón de la pelea.
El último asalto fue frenético, con el mongol lanzado a la desesperada, soltando golpes a diestra y siniestra. Y también con agarrones, al punto de que el propio Herrera tuvo que quejarse al árbitro. Un agarrón por cada 10 segundos, en promedio. El cubano, con un jab de izquierda, estuvo a punto de terminar el combate a un minuto del final, pero Ganbaatar logró mantenerse en pie. Al final, victoria relativamente fácil del nuestro.
En el segundo cartel de la jornada, el welter Dany Landys Lafo Poll trocó por victoria su segunda salida al ring frente al checo
Si bien Lafo se tuvo que exigir al máximo en su primera presentación para imponerse en votación dividida 3-2 al mexicano Marco Verde, en esta ocasión debió repetir la dosis de concentración frente a un rival que lo ha ganado todo en su país de origen.
No obstante, el nuestro solventó la pelea con entradas y salidas rápidas y veloces jabs de derecha. Los impactos de Lafo al abdomen del checo le aplicaron a su oponente un impuesto altísimo en cuanto a oxígeno. Así, los golpes desinflaron poco a poco a Beranek y, ya de manera más clara en segundo asalto, hincharon las opciones cubanas de poner al primer púgil en cuartos de final. El resto de la pelea fue puro trámite, con Beranek en modo supervivencia, sufriendo dos conteos de protección y Lafo «sacándole» el protector bucal a base de uppercuts al mentón. Victoria fácil de cubano, que ya está en la próxima fase.
Mañana verán acción Favier Castro (64 kg) Albert González (75 kg), Bryan León (81 kg) y Fernando Arzola (+91)
